Cuando haces algo por devoción, lo que tienes que conseguir es transmitirlo. Es el caso de los italianos DAEMONIAC que editan su tercer trabajo con "Dwellers Of Apocalypse" y se mantienen fieles a sus principios. Devoción por el death metal sueco más añejo y crepitante. Muchas bandas parten de esta premisa, pero DAEMONIAC juega con una ventaja. Su experiencia. Y es que parte del grupo proviene de los también italianos HORRID, que de hecho he recuperado en este blog una crítica que hice sobre ellos hace 13 años. Aquellos llevaban toda su vida practicando este death metal cavernoso, y la costilla de HORRID, que es DAEMONIAC no iba a ser menos. Esto les hace ser más creíbles y que consigan no sólo emular, sino transmitir las mismas sensaciones que en su momento transmitían CARNAGE, DISMEMBER, ENTOMBED, GRAVE, NIHILIST, DESULTORY... De hecho no se puede decir que sean unos jovencitos homenajeando un sonido, sino más bien coetáneos a los citados, pero que como ocurre con FLESHCRAWL, no nacieron en Suecia.
Para esta tercera entrega en su historia, DAEMONIAC vuelve a contar con la ayuda de los Sunlight Studios. Ya que haces las cosas, hazlas bien, y el mejor estudio para extraer ese sonido es el del señor Tomas Skogsberg. Esto garantiza que las guitarras suenen funerarias y cavernosas como debe ser y que la batería tenga el punto clásico necesario, al mismo tiempo que las voces de Max, muy profundas y brutales, al estilo de los primeros GRAVE, lo llenen todo. Sin embargo, la contrapartida es que, si ya compositivamente la originalidad es nula, tampoco haya identidad sonora. Hay muchas bandas con este sonido y destacar cuesta mucho más. Si todavía hicieras como KAAMOS cuyas fuentes son otras... pero con este sonido a lo NIHILIST y CARNAGE das una patada a una piedra y te salen cien grupos. Afortunadamente la ventaja de la que antes hablaba, aquí es fundamental. DAEMONIAC se mueve muy bien en estas tesituras, en estos riffs groovies y melódicos al mismo tiempo, con afinación grave, en estos ritmos thrashers, pegajosos como pocos... y eso se transmite de manera inmediata, sonando convincentes y emocionantes.
Si comparamos este tercer trabajo, con su debut en largo y su primer EP, estamos ante la maduración de DAEMONIAC. Es plenamente continuista en sonido, pero la composición es más compacta y variada al mismo tiempo. El hecho de que ahora Max se encargue de todo lo que no es la batería, hace que las guitarras rítmicas tengan mucho más peso y que la capacidad de transmitir cabeceo y arqueo de cejas favorable, sea mucho mayor. El tiempo es veloz, pero contenido, no se desmarcan mucho en la intensidad de las revoluciones. De hecho, la voz de Max cuya dicción es más pausada, hace que muchos pasajes adquieran hasta tintes doomies, lo que aumenta la sensación de ultratumba del trabajo. Pero al mismo tiempo esto sirve para que la capacidad melódica de los riffs aparezca en un plano más protagonista.
Ya el tema de apertura demuestra que DAEMONIAC no son meros pastiches. "Rebellion" es un constante ir y venir de cambios de ritmo y riffs pegadizos, en momentos más crusties en momentos más groovies, ante los que es difícil no mover la cabeza. Igual ocurre en cortes más extensos como "Disciples Of The Black Arts" o "The Last Call" introducido por los lobos y que es uno de los más épicos y extremos al mismo tiempo. También incluyen una versión, esta vez de GOREMENT, "Human Relic", muy buena elección para no tirar siempre de las mismas bandas y tampoco escaparse del sonido y los propios principios de la banda.
Como broche, el disco se completa con una portada muy detallista en blanco y negro que parece también sacada de la época y que hace evolucionar la imagen de la banda hacia terrenos mucho más oscuros, que ya en "Spawn of the Fallen" se dejaban ver. DAEMONIAC no descubre al pólvora, y tampoco lo pretende, pero sus mimbres bien asentados y la devoción por sus propios principios, hacen que "Dwellers Of Apocalypse" sea un disco altamente disfrutable por todos aquellos que nos metimos en el death metal por esos lares, por Estocolmo y no por Gotemburgo. Un trocito del pasado, recreado con convicción y muy buenos resultados.