viernes, 20 de diciembre de 2019

DAEMONIAC - "Dwellers of Apocalypse": un trocito del pasado del mejor death metal sueco


Cuando haces algo por devoción, lo que tienes que conseguir es transmitirlo. Es el caso de los italianos DAEMONIAC que editan su tercer trabajo con "Dwellers Of Apocalypse" y se mantienen fieles a sus principios. Devoción por el death metal sueco más añejo y crepitante. Muchas bandas parten de esta premisa, pero DAEMONIAC juega con una ventaja. Su experiencia. Y es que parte del grupo proviene de los también italianos HORRID, que de hecho he recuperado en este blog una crítica que hice sobre ellos hace 13 años. Aquellos llevaban toda su vida practicando este death metal cavernoso, y la costilla de HORRID, que es DAEMONIAC no iba a ser menos. Esto les hace ser más creíbles y que consigan no sólo emular, sino transmitir las mismas sensaciones que en su momento transmitían  CARNAGE, DISMEMBER, ENTOMBED, GRAVE, NIHILIST, DESULTORY... De hecho no se puede decir que sean unos jovencitos homenajeando un sonido, sino más bien coetáneos a los citados, pero que como ocurre con FLESHCRAWL, no nacieron en Suecia.


Para esta tercera entrega en su historia, DAEMONIAC vuelve a contar con la ayuda de los Sunlight Studios. Ya que haces las cosas, hazlas bien, y el mejor estudio para extraer ese sonido es el del señor Tomas Skogsberg. Esto garantiza que las guitarras suenen funerarias y cavernosas como debe ser y que la batería tenga el punto clásico necesario, al mismo tiempo que las voces de Max, muy profundas y brutales, al estilo de los primeros GRAVE, lo llenen todo. Sin embargo, la contrapartida es que, si ya compositivamente la originalidad es nula, tampoco haya identidad sonora. Hay muchas bandas con este sonido y destacar cuesta mucho más. Si todavía hicieras como KAAMOS cuyas fuentes son otras... pero con este sonido a lo NIHILIST y CARNAGE das una patada a una piedra y te salen cien grupos. Afortunadamente la ventaja de la que antes hablaba, aquí es fundamental. DAEMONIAC se mueve muy bien en estas tesituras, en estos riffs groovies y melódicos al mismo tiempo, con afinación grave, en estos ritmos thrashers, pegajosos como pocos... y eso se transmite de manera inmediata, sonando convincentes y emocionantes.


Si comparamos este tercer trabajo, con su debut en largo y su primer EP, estamos ante la maduración de DAEMONIAC. Es plenamente continuista en sonido, pero la composición es más compacta y variada al mismo tiempo. El hecho de que ahora Max se encargue de todo lo que no es la batería, hace que las guitarras rítmicas tengan mucho más peso y que la capacidad de transmitir cabeceo y arqueo de cejas favorable, sea mucho mayor. El tiempo es veloz, pero contenido, no se desmarcan mucho en la intensidad de las revoluciones. De hecho, la voz de Max cuya dicción es más pausada, hace que muchos pasajes adquieran hasta tintes doomies, lo que aumenta la sensación de ultratumba del trabajo. Pero al mismo tiempo esto sirve para que la capacidad melódica de los riffs aparezca en un plano más protagonista.

Ya el tema de apertura demuestra que DAEMONIAC no son meros pastiches. "Rebellion" es un constante ir y venir de cambios de ritmo y riffs pegadizos, en momentos más crusties en momentos más groovies, ante los que es difícil no mover la cabeza. Igual ocurre en cortes más extensos como "Disciples Of The Black Arts" o "The Last Call" introducido por los lobos y que es uno de los más épicos y extremos al mismo tiempo. También incluyen una versión, esta vez de GOREMENT, "Human Relic", muy buena elección para no tirar siempre de las mismas bandas y tampoco escaparse del sonido y los propios principios de la banda. 

Como broche, el disco se completa con una portada muy detallista en blanco y negro que parece también sacada de la época y que hace evolucionar la imagen de la banda hacia terrenos mucho más oscuros, que ya en "Spawn of the Fallen" se dejaban ver. DAEMONIAC no descubre al pólvora, y tampoco lo pretende, pero sus mimbres bien asentados y la devoción por sus propios principios, hacen que "Dwellers Of Apocalypse" sea un disco altamente disfrutable por todos aquellos que nos metimos en el death metal por esos lares, por Estocolmo y no por Gotemburgo. Un trocito del pasado, recreado con convicción y muy buenos resultados.



HORRID - "Rising From The Hidden Spheres": Desde Italia con sabor a Suecia.


MORTIFILIA, KAAMOS, VERMINOUS, PAGANIZER... y un largo etcétera de grupos surgidos en la segunda parte de los noventa has intentado recuperar el viejo sonido de Estocolmo. Con resultados muy buenos en la mayoría de los casos, los aficionados al Death Sueco de la vieja escuela hemos podido volver a disfrutar con un sonido único y reconocible a la primera escucha. La originalidad es lo de menos, se trata de recuperar una época muy prolífica para el Death y que bandas como CARNAGE, DISMEMBER, ENTOMBED, GRAVE, NIHILIST, DESULTORY... hicieron famosa. 

HORRID no se puede considerar un miembro más de toda esa pléyade de bandas relativamente nuevas revisionarias del sonido de Estocolmo. El cuarteto italiano existe desde que ese sonido nació a finales de los ochenta, por lo que deben ser considerados más miembros de la escuela originaria citada, que recreadores de la misma. Solamente les diferencia que, como los alemanes FLESHCRAWL, no son suecos. El sonido de las guitarras tan característico de todos los grupos citados, con una afinación más grave de lo habitual y unos riffs que juntan la brutalidad con la melodía, los ritmos de herencia Thrash, sencillos pero efectivos, la voz gutural (muy similar a la de los citados FLESHCRAWL) poderosa y oscura, y ese bajo omnipresente que llena todos los huecos. Todos los elementos del Death Sueco más clásico están presentes en este "Rising From The Hidden Spheres", segundo álbum completo de la banda a pesar de su larga historia. Un disco que desde que fuera grabado en 2004 no había conseguido ver la luz hasta que Xtreem Music decidiera ficharlos. 


Desde el primer corte y tras una breve intro, te das cuenta de que el sonido conseguido en los Startstruck Studios de Dinamarca podría pasar perfectamente por una producción del señor Skogsberg en los famosos Sunlight Studios. "Nothing Lives Forever", "Feeling Hate" y "Redemption And Lies" son cortes acelerados que suenan a DISMEMBER por sus cuatro costados, con la única diferencia de que HORRID aumentan de manera sustancial el minutaje de sus composiciones superando en muchos cortes los cinco minutos. A veces puede parecer que el alargamiento de las estructuras es excesivo, pero en general consiguen no repetir muchos elementos y que la escucha del disco no se haga tediosa. Otros cortes más reposados dejan ver unas melodías oscuras de bellísima factura. Es el caso de "Rising From The Hidden Spheres" y sobre todo la magnífica "Come To Me". El tema más elaborado por su larguísima extensión de más de nueve minutos es "Harmonic Devastation", quizás el tema que más se sale de la norma, en donde se atreven a meter hasta alguna voz limpia puntual, y donde la parte melódica de la guitarras vuelve a brillar. A lo mejor con una extensión más moderada se habría convertido en mi corte favorito del disco, pero no deja de ser una grandísima composición.

Sin duda "Rising From The Hidden Spheres" no es un disco revelación, pero si es un grandísimo disco al que sólo le encuentro la pega ya comentada de que a veces alargan demasiado las composiciones. Por lo demás estamos ante un disco que no es muestrario de grandes individualidades pero sí de un sonido de conjunto único, digno sucesor de los grandes de la vieja escuela sueca. Los italianos HORRID vuelven a demostrar que el bello país mediterráneo da para mucho más que para LACUNA COIL y RHAPSODY, algo de sobra demostrado en los últimos años en el Metal Extremo con muchos grupos que salen de la península italiana y se colocan a buenos niveles fuera de sus fronteras.

Si eres aficionado al buen Death Metal Sueco envejecido en barrica de roble, HORRID te está llamando a gritos. Toda la esencia del mejor Death europeo de principios de los noventa está contenida en los casi tres cuartos de hora que dura "Rising From The Hidden Spheres". Además en esta edición puedes ver un video de la banda con imágenes en directo, algo que si no se trunca, podremos comprobar en nuestra propia piel en Junio en el Xtreem Music Death Festival. Deja que el espíritu de Estocolmo te vuelva a invadir. 

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HATE ETERNAL - "Fury & Flames": manteniendo eterna la llama


He de confesar que me ha costado entrar en “Fury & Flames”. Siendo HATE ETERNAL una de mis bandas favoritas en lo que a Death Metal brutal (cambia el orden si quieres) se refiere, una vez más las producciones de Rutan generan que tenga que darle varias oportunidades al trabajo para poder llegar a disfrutarlo. Voy a tener que ir al médico porque me pasa con todos los discos producidos por él y empiezo a creer que soy el único. En cualquier caso, una vez superada mi fobia personal y empapado totalmente por la furia de HATE ETERNAL, vuelvo a quitarme el sombrero ante un disco que se puede considerar una recopilación de los tres álbumes anteriores y que supera las expectativas creadas y aumentadas por el hecho de que Alex Webster de CANNIBAL CORPSE se haya hecho cargo del bajo en este disco, y seguramente algo haya tenido que ver en que la banda de Rutan esté ahora en la discográfica del caníbal, Metal Blade.

Retomando las ideas que lanzaba en la introducción: “Fury & Flames” es un compendio de todo lo que, de momento, ha dado de sí la carrera de HATE ETERNAL, diciendo esto como una virtud y no como un signo de estancamiento. Si “Conquering The Throne” bebía directamente de MORBID ANGEL con una dosis de brutalidad mayor y “King Of All Kings” llevaba a una exageración casi imposible de seguir la técnica y la soberbia sonora, hasta el punto de que el disco, escuchado por primera vez, podía parecer una muralla de riffs casi impenetrable, “I, Monarch” se ralentizaba y reflexionaba sobre la senda que, sin querer, había abierto HATE ETERNAL y que era palpable en más de un grupo que bebía directamente de ellos. De esta manera “Fury & Flames” parte de donde lo dejó “I, Monarch”, pero potenciando un poco más la brutalidad y menos la variedad, mirando nuevamente de frente a “King Of All Kings”, pero sin relajarse y quedarse en la mera auto imitación. En consecuencia, “Fury & Flames”, hace honor a su nombre y explota en una tormenta furiosa de Death Metal en estado puro, con todas las señas de identidad de HATE ETERNAL y profundizando en todo el bagaje que atesora el grupo, con lo que nadie que haya escuchado las obras previas se sentirá defraudado.

¿Dónde se encuentra la evolución? En matices que en primeras escuchas no son apreciables pero que van apareciendo poco a poco. Fundamentalmente, las guitarras. La incorporación de un segundo guitarrista Shaune Kelley, viejo conocido de Rutan en RIPPING CORPSE, presente no solo en labores rítmicas, sino también solistas, se nota haciendo que vuelva a nuestra memoria el primer disco de la banda donde también estaba como segundo guitarrista el gran Doug Cerrito. ¿En qué se nota? en un tratamiento más cuidado del aspecto “melódico” de los riffs. No todo es técnica y virtuosismo, HATE ETERNAL ha aprendido con el tiempo ha aumentar el grado de oscuridad y brutalidad con unos solos fríos y cargados de maldad y, sobre todo, con unos riffs con un regusto clásico y luciferino, al más puro estilo MORBID ANGEL, ANGELCORPSE, DEICIDE... es decir, despiadados y afilados. Y todo esto, que ya estaba presente en “Conquering The Throne”, y que fue un poco abandonado en “King Of All Kings”, es retomado por Rutan de una manera mucho más llamativa en “Fury & Flames”, con un trabajo rítmico igual de alocado y brutal (Alex Webster no tiene ningún momento de lucimiento, pero ayuda a aumentar la contundencia del trasfondo musical de los cortes), pero con un mayor cuidado a la hora de estructurar los temas, recreándose en unas formas más atmosféricas y añejas.


En cuanto al sonido, Rutan sigue en su línea, loada por muchos pero que a mi me cuesta abarcar al principio: se busca un efecto de conjunto antes que un efecto individual, de tal manera que, emulando a los dioses IMMOLATION el disco desprende oscuridad desde el primer momento, pero al contrario que los citados, no engancha de igual manera. En los momentos donde los riffs buscan hacernos vibrar con tonalidades enigmáticas y tenebrosas, la producción despliega todas sus bonanzas, pero en los pasajes más técnicos, me sigue pareciendo que el sonido que consigue Rutan es demasiado caótico y no deja apreciar todos los matices de las guitarras. Pero insisto, esto es una manía personal porque en todos y cada uno de los discos producidos por este hombre me ha pasado igual (“Kill” de CANNIBAL CORPSE, “Icons Of Evil” de VITAL REMAINS...) y al final se han convertido en imprescindibles para mi.

Ya metidos en la materia compositiva propiamente dicha, “Fury & Flames” es un no parar de principio a fin, sin espacio para el relleno ni para el descanso, pero a la vez sin los excesos del pasado, todo calculado para que el disco tenga personalidad y variedad en sí mismo. Es de resaltar que todos los temas tienen una dedicatoria especial, siendo la foto de la contraportada del disco un homenaje a la persona de Jared Anderson, miembro en el pasado de HATE ETERNAL y que como muchos sabrán falleció hace relativamente poco, con lo que Rutan, ha decido ofrecer todos los temas de “Fury & Flames” al que fuera su amigo y compañero, y en parte pienso que se ha contagiado en la forma de componer. El disco se abre con dos trallazos imprescindibles: “Hell Envenom”, con unos solos fríos y afilados como pocos y uno de los mejores momentos del trabajo, y “Whom Gods May Destroy”, un tema donde el trabajo rítmico es de órdago, destacando (como en todo el disco) el nuevo batería, Jade Simonetto, proveniente de una banda de Metalcore, CAMILLA RHODES y que tenía la dura misión de hacer olvidar al mercenario Derek Roddy.

La voz de Rutan vuelve a emular una vez más a su mayor influencia en este aspecto, Glen Benton, pero con un tono algo más aspirado lo que da mayor profundidad a los temas, aumentando su perversidad, como se aprecia en “Bringer Of Storms”, probablemente uno de los temas de mayor oscuridad de todo el disco gracias al uso de pesados riffs y voces demoníacas a lo DEICIDE y que comparte protagonismo en este aspecto con “The Funerary March”, cuyos riffs son ejemplo de técnica y frialdad a partes iguales. Como tema técnico donde los haya “”Fury Within”, brutal en toda su extensión y nuevamente con un Jade Simonetto que nos deja exhaustos, y para tener otro ejemplo de oscuridad y clasicismo tenemos el cierre del trabajo, que juega con el título del redondo en francés: “Tombeau (Le Tombeau De La Fureur et Des Flames)” y que también deja el listón muy alto antes de la outro instrumental “Coronach”. 

Con todo lo dicho, si ya conocías el pasado de HATE TERNAL, “Fury & Flames” se convertirá seguro en otro disco alabado por tu parte, en el caso de que quieras adentrarte en el trabajo de la banda de Tampa, este nuevo álbum puede ser una buena oportunidad porque sirve de resumen de su trayectoria. Una banda que ha acabado por abrir camino y ser de las que influencian y no a la inversa, regresa con un disco a tener muy en cuenta en el top-ten del Death Metal del 2008.

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CHOKEHOLD - "The Killing Has Begun": entretenimiento pasajero.


¿Otra banda más de Metalcore, esta vez proveniente del Reino Unido?. Aparentemente eso parece por cómo se vende la propia banda nacida en 2005 de las cenizas de la banda de Death Metal DESCENT, y cuyo primer disco "The Killing Has Begun" sale a la luz cuando ya 2006 empieza a llegar a su recta final. Sin embargo, desde que los primeros cortes del trabajo empiezan a sonar en el reproductor uno tiene la impresión de que aquí hay más post-Thrash americano que otra cosa. Pero voy a ir por partes.

Que una formación recién creada grabe de una manera tan rápida un MCD y ahora un disco completo, es digno de alabanza. No obstante, una vez escuchado "The Killing Has Begun", el oyente puede conocer la causa de esta rapidez creativa: la música de CHOKEHOLD engancha, pero no precisa grandes dosis de técnica y versatilidad compositiva para que sea llevada a cabo. La simplicidad absoluta, una mezcla entre los riffs y las baterías machaconas de los PANTERA posteriores al "Cowboys From Hell", y una voz muy americana que puede recordar a METALLICA o incluso a TESTAMENT. Pero todo llevado al extremo de la sencillez, de tal manera que la música contenida en este CD impresiona en una primera escucha, sobre todo por su sonido, pero acaba por pasar sin pena ni gloria por nuestras cabezas.

Para tener una visión global de este trabajo, empezaré por sus puntos débiles. Fundamentalmente la constancia de elementos que se repiten una y otra vez tema tras tema. Las composiciones resaltan por la enorme potencia de sus riffs y los pegadizos ritmos, pero son tan similares unas a otras que todo se diluye con el paso del tiempo. Otro punto débil es la sobreproducción de la batería, Lawrence es un ser humano, pero por momentos parece una caja de ritmos por la constancia de su doble bombo y sobre todo porque el sonido que han conseguido sacar de su kit hace que las guitarras queden tapadas muchas veces. Evidentemente da un plus de potencia al conjunto, pero hace que nuestra cabeza acabe con migrañas en sucesivas escuchas (no he podido repetir la audición del disco más de dos veces seguidas, porque corría peligro de acabar con el bote de las aspirinas...). Finalmente, y para acabar el apartado de los peros, la voz. Graham parece que quiera imitar a James Hetfield en algunos momentos, pero teniendo un mal día, porque el registro usado acaba por hacerse bastante monótono.


¿Qué nos queda de positivo en esta banda? su propuesta, la cual mira directa a los años noventa americanos, y aunque a veces introduce elementos más actuales a lo LAMB OF GOD o HATEBREED, este disco es más Metálico que muchos de los que han salido hoy en día con parámetros estilísticos a priori similares. Aunque el disco se haga largo y se desgasta fácilmente, su escucha sin más pretensiones que la de pasar un buen rato se hace hasta amena, dentro de la constancia compositiva de la que adolecen. No demuestran grandes dotes en la técnica de sus instrumentos, pero tampoco lo buscan, simplemente quieren hacer temas a cada cual más potente, para reventar los oídos de muchos, algo que en directo debe ser la bomba. Esto salva el disco de su escasez de ideas, y aunque no aporte nada nuevo, sí que ayuda a ver que no siempre hay que dedicarse al Metalcore puro y duro para venderse como "modernos" en nuestros días.

Dicho esto, el apartado de temas a destacar es difícil de rellenar dada la linealidad general del debut de CHOKEHOLD. Sin duda, los dos primeros cortes, la introducción instrumental "Dreams Of One" y la potente "Shadow Of Eagles" supone lo más fresco de todo el trabajo, simplemente porque se sitúan en el inicio del disco, con lo que nuestros cerebros no están saturados, y porque la machacona batería, a pesar de todos los problemas que genera con el resto de instrumentos, hace que se nos altere el estómago por la fuerza transmitida. También hay que decir que los riffs de "Shadow Of Eagles", dentro de su sencillez, son los más apegados a la tradición Thrash americana del disco, con lo que estamos ante el mejor corte. De ahí en adelante, los temas que dejan poso dependerán del gusto de cada uno y de lo rápido que te canses o no de la repetición de estructuras. Particularmente todo vuelve a ponerse patas arriba, cuando ya pensaba que el tedio era definitivo, en "Forgotten", un tema donde Lawrence parece menos humano que nunca, con un doble bombo que es una ametralladora, pero que gracias a la variada estructura, dentro de lo que cabe, ayuda a que nuestra cabeza vuelva a balancearse.

¿Y entre medias qué?, depende del día, pero también hay algún tema interesante, en especial, la estimulante "Hollow Soul", con un riff más clásico de Thrash y menos groove, incluso a pesar del parón que supone su parte final, pasando por la speedica "Mocking Liberty" donde Graham usa unos registros más rasgados y los solos de guitarra llegan hasta a ser interesantes, a pesar de que la batería de Lawrence los acabe tapando. Pero como ya he dicho repetidas veces, la constancia es tal que es imposible que el tedio no te invada en algún momento del trabajo, con la consiguiente consecuencia de que este disco acabe por pasar sin mucho ruido entre la vorágine de lanzamientos discográficos con que se nos inunda cada día.

En resumen, si eres fan del sonido americano de los noventa, en una onda muy PANTERA, pero con toques de otros grupos del Thrash de aquella década, y estás dispuesto a recibir una somanta de bofetadas en forma de dobles-bombos y riffs machacantes, "The Killing Has Begun" te dejará en el sitio. Creo que habría ganado si la variedad se hubiera aumentado, aunque fuera en detrimento de la potencia, pero menos da una piedra. En cualquier caso un disco correcto con algún momento que otro excitante, pero poco más. 

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jueves, 19 de diciembre de 2019

DINNER AUF URANOS - "50 Sommer - 50 Winter": Viaje astral



Hace más de un año alababa por estas páginas a un grupo germano de larga trayectoria al que aún no había tenido la oportunidad de disfrutar como se merecía pero, después de un tiempo buscándome y yo encontrándome con ellos, acabó por envolverme. Era NOCTE OBDUCTA y en medio de la incertidumbre sobre su continuidad, me sorprendía al descubrir a un grupo que aunque encuadrado en la etiqueta de ¿Black Metal? ofrecía un compendio de sonidos setenteros, post-rockeros, ambientales y evocadores que eran un refrito de PORCUPINE TREE, IN THE WOODS, OPETH, AGALLOCH, DEPECHE MODE y PINK FLOYD a partes iguales. Mientras NOCTE OBDUCTA parece definitivamente enterrado, ahora nace DINNER AUF URANUS, costilla desmembrada y recreada por dos de los miembros de la banda citada y que ofrecen sus conocimientos y bondades musicales Urano, como planeta estanco del sistema solar que en vez de rotar, directamente gira incesante hasta el infinito, como la propia música de DINNER AUF URANOS según presumen Marcel y Setefan. “50 Sommer – 50 Winter” es el debut un poco improvisado, formado por recortes y tres composiciones serias de DINNER AUF URANOS, y aunque las cualidades de NOCTE OBDUCTA siguen ahí, se echa de menos a la banda madre.

El punto de partida de DINNER AUF URANOS es más condescendiente. Aunque también hay hueco para los largos desarrollos astrales-post rockeros, y de hecho el tema central del trabajo, “Töte Das Jahr Für Mich” y motivo básico para el regocijo en este disco, sobrepasa los veinte minutos. Sin embargo, “50 Sommer – 50 Winter” parte de unas bases más accesibles, con más influencia del Gothic y del Dark, recogiendo influencias de DEPECHE MODE y THE SISTERS OF MERCY, algo de los MOONSPELL de la época intermedia y la escuela germana que se deriva de todos estos sonidos. Sigue habiendo espacio para las guitarras de aire PINK FLOYD, para los efectos bombásticos, para el alma progresiva-setentera a lo (últimos) OPETH e IN THE WOODS, pero tanto los desarrollos, más melódicos, menos vagos y más encorsetados, como el predominio vocal y cantautoresco, excepción hecha del citado tema de veinte minutos, hacen de este disco un elemento mucho más centrado musicalmente, y también menos interesante para almas inquietas y en constante búsqueda.


Sin embargo, lo que más baja la nota de DINNER AUF URANOS no es este punto de partida más “popular” y menos arriesgado. El sonido sigue siendo frío y evocador, la música sigue colorista y creativa, la ejecución se mantiene humana y cercana pero, el origen improvisado del disco se nota y tiene su reflejo en el mucho relleno que hay en el disco. No es el caso de “6786” ni el ya citado “Töte Das Jahr Für Mich”, entre ambos recorriendo más de media hora del trabajo y justificando ampliamente la escucha. Ambos temas son el mejor exponente del sonido del grupo y el nexo de unión entre lo que era NOCTE OBDUCTA y lo que pretende ser DINNER AUF URANOS. Es más, el segundo de los citados acaba por sonar obsesivo en su extrema extensión y su final rockero es una explosión culminante que se echaba de menos en NOCTE OBDUCTA, donde los temas empezaban pero faltaba que fueran redondeados. Sin embargo, el pseudo vals de “Zwischen Dem Salz Und Montpellier”, donde se concentra el mayor aire Jazzy, acaba por sonar demasiado etéreo y alargado, las dos partes de “Frost”, donde más se concentran las maquinitas y programaciones, resultan prescindibles y el experimento Folk de “Texas Della Morte” algo forzado, pese al sonido de western que consiguen las guitarras.

El resultado es algo descompensado: dos temas extensos y brillantes, tres cortos y prescindibles y otro a medio camino que no termina de explotar. Se puede decir que el debut de DINNER AUF URANOS es un buen punto de partida, menos arriesgado, más predecible que NOCTE OBDUCTA, pero aún así interesante, pero eso sí, le queda mucho camino por recorrer. De momento “50 Sommer – 50 Winter” es un trabajo que no pasará a la historia pero se deja escuchar y calidad tiene bastante.

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EPHRAT - "No One's Word": sin palabras.


Bastantes cosas se podrían decir de “No One´s Words”: que es un disco relajado, excelentemente producido, con buenas líneas vocales, momentos de inspiración arábiga muy bien pensados, largos desarrollos pero en general bien construidos... me quedaré sólo con una cosa. EPHRAT ha facturado un disco donde la inspiración se convierte en devoción y admiración absoluta por un par de nombres: PAIN OF SALVATION y PORCUPINE TREE. Al menos es lo que pensé al escuchar el disco por primera vez y ni siquiera darme cuenta de que en este trabajo colabora gente de ambas bandas. Varias escuchas después de ese primer momento me reafirmo, y verdaderamente el resultado es muy bueno, quizás todavía con la necesidad del empuje definitivo en determinados pasajes que se hacen un poco largos, pero Steve Wilson ha tenido buen ojo a la hora de producir “No One´s Words”.

Y hablando del propio Wilson, habría que darle un diez en su faceta de dueño y señor de los controles de volumen y mezcla de sonido. Pocas veces se puede escuchar algo tan natural, limpio, envolvente y mágico como es “No One´s Words”. La producción consigue realmente potenciar una labor compositiva que es más que notable y una ejecución que aunque a veces peca de estática, tras pasar por el filtro de Wilson suena emocionante y cercana. Los pasajes de Oriente Próximo, las atmósferas arabescas de acústicas, flautas y percusiones, las melodías al más puro estilo PAIN OF SALVATION (con ese halo de modernidad que recorren las obras del grupo escandinavo), las voces íntimas y elegantes que son marca de PORCUPINE TREE... todos los elementos que construyen la música de este cuarteto israelita se ven aumentados en fuerza y sentimiento gracias a la excelentísima producción, sello puramente Wilson (de hecho el sonido es tan natural como el que consiguió en el “Damnation” de OPETH: clásico, orgánico y cargado de emotividad). Evidentemente EPHRAT ya partían de tener en sus filas al propio Omer Ephrat, corazón y centro del grupo y de cuya pluma han salido las principales líneas conductoras de los temas, pero Wilson le ha dado un empujoncito necesario para brillar.

Viniendo de Israel uno podría pensar: ya están aquí otra copia de ORPHANED LAND. Bueno, pues salvo los pasajes de herencia oriental, que por otro lado son lógicos teniendo en cuenta su procedencia, ambos grupos se parecen tanto como un huevo a una castaña. Afortunadamente para EPHRAT, su estilo es diferente al de la banda de Israel más famosa de los últimos años, y digo afortunadamente porque eso les convierte en un grupo con otro sonido que trata de abrirse paso por sí mismo. Claro que en esa apertura de senda, EPHRAT se ayuda fuertemente de las huellas dejadas por los ya citados PORCUPINE TREE y PAIN OF SALVATION, si bien con el bagaje suficiente como para tener su propia forma de ver las cosas. Y en esta forma de ver las cosas, lo más interesante es el juego que EPHRAT hace de los tempos. Haciendo uso de largas estructuras, EPHRAT resalta por su brillantez a la hora de medir los cambios de ritmo: las melodías conductoras, las atmósferas absorbentes... todo se ve marcado por una batuta matemática que pasa en un suspiro del medio tiempo fantasmal, a la más absoluta locura para excitación de la sección rítmica. El otro elemento fundamental es la voz: a la colaboración estelar de Daniel Gildenlöw de PAIN OF SALVATION y de Petronella Nettermalm de PAATOS, se une la personal, cálida y envolvente voz de Lior Seker, el cual consigue transmitir con sus líneas, palabras que evocan historias en nuestra cabeza.


El resto es un trabajo compositivo de gran calidad, aunque todavía por mejorar en dos aspectos: desligarse un poco del sonido del que parten y organizar en los temas sus influencias orientales para que la variedad dentro de cada corte sea mayor (que no a lo largo de todo el disco, ya que cada tema es un mundo diferente). Yendo por partes, la apertura de “The Show” puede resultar inquietante, usando elementos electrónicos y efectos que hacen pensar en BLACKFIELD, el otro proyecto de Wilson, algo que se ve confirmado en la tonalidad post-Rock de la inicial línea de guitarras. Sin embargo, el toque más metálico pronto hace su aparición y uno de los temas más completos y con más atmósferas orientales se convierte en lo mejor del trabajo. “Haze” es muchísimo más absorbente en lo que a armonías se refiere, pero también más compleja de seguir. Aquí, Petronella Nettermalm tiene un papel fundamental, siendo la protagonista tras el micrófono, pero las guitarras de aire setentero y las pegadizas líneas vocales compuestas por Ephrat son fundamentales, siendo uno de los momentos más oscuros del trabajo (recordando en cierta manera a los trabajos de OPETH con Wilson). “Better Than Anything” parece una continuación de “Haze”, pero pronto se torna en otra composición oscura, muy compleja rítmicamente (sobre todo al final), pero con el lado de la modernidad más marcado. Para mi gusto es el punto más débil del disco, con demasiado predominio de partes acústicas, si bien la voz de Seker sigue siendo excepcional.

Pero es en la segunda parte del trabajo donde se destapa el tarro de las esencias, conformando junto al corte de apertura lo mejor de “No One´s Words”. La breve instrumental “Blocked”, contundente, guitarrera y muy crimsoniana, abre con brillantez esta segunda mitad, demostrando que Omer Ephrat es un guitarrista muy bueno además de gran compositor. Pero es “The Sum Of Damage Done” la verdadera joyita. En él, Seker vuelve a compartir protagonismo, esta vez con Daniel Gildenlöw, convirtiéndose en uno de los temas más duros y variados del trabajo. A lo largo de los casi diez minutos del corte, EPHRAT pasará por sus momentos más típicamente progresivos, con predominio de riffs y teclados que dejan a un lado su faceta atmosférica para contribuir a la contundencia global del tema, consiguiendo que sea uno de los momentos más excitantes del plástico, con mucho sello de PAIN OF SALVATION en ciertos momentos (y no sólo por la colaboración de Daniel). La parte central, acústica e hipnotizante, no tiene precio con el dúo entre Daniel y Seker, precediendo a la elevación de los decibelios con que acaba el corte. Finalmente “Real” cierra el disco de manera magna: casi veinte minutos para no perder detalle, aunque algún pasaje que otro habría ganado si lo hubieran acortado (en especial la larga sección central, donde concentran gran parte de los riffs metálicos). Con un inicio también de gran calado metálico, el tema destapa toda la exuberancia musical de la que EPHRAT puede hacer gala, siendo fundamental la labor de unos teclados que son los que llevan la batuta de los muchos cambios del tema, uno de los más variados del plástico, y con momentos de inspiración Jazz. Es curioso, pero escuchando la primera parte de “Real” uno parece estar ante unos QUEEN que se hubieran vuelto progresivos, será por ese aire casi cabaretero con que rodean al corte, en general un gran final para el disco.

En definitiva, a todos aquellos a los que les guste el Progresivo, pero con mucha oscuridad, y quieran disfrutar de las muchas influencias de Oriente Próximo que tiene EPHRAT, yo no los dejaría pasar. No son los más accesibles del género, puede que el halo de oscuridad de su música sea un lastre para los aficionados a este estilo en sus formas más clásicas, pero en general “No One´s Words” es un disco de notable alto, que gracias a la labor de Steven Wilson se convierte en sobresaliente. Israel de vez en cuando nos regala algo más que titulares de prensa y grupos como EPHRAT son un ejemplo.

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ULLS - "Anoia s'apodera": Un trozo del pasado

Se nota que aunque es joven, David Trillo es de la vieja escuela. No tenía ni idea de la existencia de este músico multinstrumentista hasta que desde Discos Macarras me llamaron la atención sobre el proyecto ULLS. Sólo me dieron una referencia: este grupo se ha formado tras la disolución de LORD SUMMERISLE. Bien. Ya me quedo más tranquilo... no tengo ni idea de quién es David ni sabía de la existencia de ninguno de estos grupos. Lo primero que hice fue poner el disco de "Anoia s'apodera" y desde el minuto uno, cuando escuché los ritmos, riffs y estructuras característicos de los tres primeros discos de KING CRIMSON, dije: "tengo que investigar". Mi sorpresa vino cuando no hay mucha información que encontrar. David hace las cosas como se hacían antes, y aunque utiliza las herramientas actuales para darse a conocer, sobre todo bandcamp, el conocimiento sobre su biografía artística hay que trabajárselo. Pero el material que escuchaba al reproducir "Anoia s'apodera" hacía que mereciera la pena investigar.

Resulta que David en ULLS toca la guitarra, el bajo, los teclados, la batería, canta... vamos que lo hace todo. Y todo lo que toca o hace lo hace de maravilla. En el proceso de investigación descubrí que ya tenía experiencia tanto en LORD SUMMERSILE, como en otra banda de contexto muy diferente, LLORD, donde antes tocaba la guitarra y ahora se encarga de algunas voces y de la batería. El contexto de este otro grupo, por cierto también muy recomendable y con una edición relativamente reciente, es mucho más ácido y visceral, tirando de sludge y ruido. Poco o nada hay de esto en ULLS y tampoco en el precedente de este proyecto "one man band", LORD SUMMERSILE. Aquí la música se retrotrae a los sesenta y setenta, a la psicodelia y los albores del rock progresivo. Sólo cierto tratamiento de los riffs lo acerca al heavy, aunque de reojo. Pero en ambos contextos David demuestra tener tablas y en lo que ahora me ocupa, ULLS, todo eclosiona.


¿De qué manera? Lo de KING CRIMSON quizás sea lo más evidente. Uno tiene la sensación en muchos pasajes de estar ante una mezcla de "In The Court Of The Crimson King", "In The Wake of Poseidon" y "Lizard", tanto en el repujado contexto de arreglos instrumentales, como en el uso de las líneas de bajo y los polirritmos de la batería. Esto conecta el disco también de forma directa con toda la escuela de Canterbury, con CARAVAN, SOFT MACHINE y HENRY COW a la cabeza, especialmente el último de los citados, que era el más psicodélico y lisérgico de los tres. Otra historia es la guitarra. Aquí David introduce algo de sus referencias más heavys, pero es todo en un contexto muy sesentero, a lo IRON BUTTERFLY o HAWKWIND. Finalmente, no podemos olvidar la propia escena catalana, pues no cabe duda de que todo este sonido pasó por Catalunya a través de PAN Y REGALIZ, MÁQUINA!, SECTA SÓNICA, BARCELONA TRACTION u OM, si bien las referencias a estas bandas en ULLS no son tan evidentes como por ejemplo en sus compatriotas LUBIANKA.

Por otro lado tenemos un tratamiento de las texturas y ambientes, a través de teclados y efectos, que conecta con la psicodelia de los PINK FLOYD más rayantes o el kraut rock alemán. Sin ser tampoco una referencia esencial, es una pasada escuchar los efectos electrónicos con que finaliza "El Fosser", por ejemplo, y entrar en éxtasis hipnótico a lo FAUST, una sinfonía psicodélica precedida de virtuosismo guitarrero rítmico y de unos arreglos muy repujados. De hecho si tuviese que destacar algo de ULLS es precisamente eso: el tratamiento de cada tema con mimo y detalle, dibujando círculos alrededor de las bases que los llenan de interesantes cambios y de instrumentaciones variadas. Uno tiene dudas serias de que todo esto haya salido de una manera tan natural y directa de una sóla persona, pero sí. Así ha sido.


En cualquier caso ULLS ofrece en su debut en largo, "Anoia s'apodera" un viaje absolutamente excitante y cuadrangular hacia el pasado. Son sólo cuatro temas que recorren 35 minutos, pero las reproducciones sucesivas y reiteradas están aseguradas. El primer corte, "Corona d'or" tiene la virtud de atrapar. Es el más corto del disco y en sus poco más de cinco minutos demuestra la devoción de David por KING CRIMSON y como los teclados y los cambios rítmicos son fundamentales en la música de ULLS. Unos cambios perfectamente sustentados desde la batería y con un bajo grueso y poderoso. La voz se trata como un instrumento más, no por ello menos secundario. De hecho "Anoia s'apodera" es un disco conceptual, o más bien el inicio de una serie de discos conceptuales que trataran de describir un viaje póstumo más allá de la existencia y de lo conocido. 

Cuando uno ya está en pleno viaje, "Reig Bord" nos hipnotiza con sus efectos y con un adictivo ritmo en donde la línea de bajo resulta imprescindible. Rítmicamente es un corte muy kraut, pero una vez más la capacidad arreglista de David sale a relucir en diversos bucles que intercala en la estructura básica. Bucles mucho más sinfónicos y envolventes, así como en la constante presencia de los teclados. Hasta aquí el viaje se nos es introducido, para que en "El fosser" nos veamos absorbidos por toda la parafernalia progresiva que David es capaz de desarrollar en ULLS. Lo que queda de trabajo es para mi gusto lo mejor, y se inicia con este corte de nueve minutos en el que brillan las guitarras, los constantes cambios e incluso la voz, teatral y melosa, aunque no sea el elemento protagonista en un proyecto eminentemente instrumental.


El ya citado final de "El fosser", en pleno camino psicodélico hacia otra dimensión, nos introduce en el tema más ambicioso del disco, "La llum eterna tremola", que aunque dura un cuarto de hora, se divide en dos partes bien diferenciadas. El inicio me recordó mucho a SECTA SONICA, por el uso del bajo a lo Gato Pérez. El desarrollo es mucho más repujado y rico en matices, con una instrumentación variada y en donde más brilla la capacidad arreglista de David. Uno se ve golpeado por constantes efectos que van in crescendo adueñándose de nuestros sentidos, hasta que un nuevo pasaje electrónico de puro kraut nos introduce en la segunda mitad del tema después de un breve silencio. Final en el que todo termina de implosionar, manteniendo la columna rítmica de la primera parte y ese magnífico bajo que no te podrás quitar de la cabeza. Excelente y sinfónico final para un viaje iniciático del que es difícil salir.

La virtud de David Trillo en ULLS y este primer "viaje póstumo autoinducido" como él mismo define, es no sólo el viaje al pasado tanto en sonido, como en formas y resultado, sino la capacidad que tiene de demostrar su virtuosismo y al mismo tiempo enganchar. El leve reflejo más heavy de algunas guitarras hará que los que busquen algo menos sinfónico, también encuentren madeja de la que tirar, pero no cabe duda de que si te gusta el rock progresivo de los sesenta y setenta, tendrás en este trabajo una buenísima alternativa. Este disco lo pilla Zeleste en su momento y estaríamos hablando ahora de una joya del rock laietano. 



miércoles, 18 de diciembre de 2019

GORATH - "The Fourth Era": oscuridad heterodoxa


Los géneros evolucionan, es parte del proceso artístico, o bien te limitas a rememorar tus influencias y a recuperar un determinado sonido sin la más mínima evolución, o bien tratas de aunar elementos aparentemente opuestos entre sí para enriquecer el estilo en el que decides mostrar tus habilidades. A este segundo grupo de bandas pertenece el grupo belga GORATH (formado en estudio por una sola persona, el también bajista de THEUDHO, F. Dupont), nacido hace más de 10 años pero siendo “The Fourth Era” sólo su segundo disco en el mercado. 

Cogiendo influencias de grupos como WYRD, ENSLAVED, ARCTURUS o HELLHEIM, GORATH practica un Black Metal bastante lejano a lo que todos podemos pensar como ortodoxo. Sus composiciones están plagadas de guiños progresivos y propios del post-Rock, recreando estructuras complejas y variadas, que hacen a las composiciones ricas en matices, aunque también exigen una escucha activa. Evidentemente la frialdad y odio contenido de algunos pasajes son puramente Black, pero todos aquellos puristas que busquen los patrones originales de este género es mejor que huyan de este disco. 

El resultado es bastante bueno, consigue tener cierto impacto sobre el oyente, si bien la pobre producción le hace perder muchos enteros al conjunto, ya que en una música tan rica en matices es aún más complejo disfrutar al máximo, si todo parece envuelto en una nube sónica difícil de traspasar. Las composiciones están muy bien estructuradas para que el oyente no se aburra, sin embargo, la sensación de lejanía que genera la producción es tan grande que uno no termina de entrar nunca en el disco. 

Dejando a un lado este problema, y centrándome en los temas, el primer corte que más me llamó la atención fue “Xibalba Be”. Una composición que combina a la perfección la tradición Black más primitiva en forma de unos riffs muy a lo DARKTHRONE, con las estructuras largas y progresivas. “Create & Renew” es mucho más experimental, pero para mi gusto el efecto producido sobre el oyente está menos conseguido. Las distorsiones que usan y algunos pasajes un tanto alocados hacen que te pierdas fácilmente. El nivel vuelve a subir en otro corte realmente brillante tanto en composición como en ejecución, donde la voz de Dupont hace uso tanto del registro Black, como de unos coros limpios muy paganos. Este corte, “The Fifth Birth” sería uno de los más representativos de todo el disco, con parte acústica a lo OPETH incluida, sin duda uno de los más completos. 


En el aspecto instrumental, la ejecución es perfecta salvo por la voz Black de Dupont que no me acaba de convencer. No sé si la producción tendrá algo que ver, pero me suena demasiado monótona a pesar de que trate de incluir cierta variedad tanto en forma de coros como en forma de alguna voz más gutural. Afortunadamente, la voz no es tan protagonista como en otros grupos, y la brillantez del reste de instrumentos ejecutados por Dupont, sobre todo las intrincadas guitarras, compensan este punto vocal más débil. Escuchando cortes como “Cosmogenesis” te darás cuenta de lo que digo con respecto a las guitarras. La banda de la que más influencia refleja GORATH es ENSLAVED, ya que tal y como ocurre con los últimos discos de los noruegos, los riffs son muchas veces más propios del Rock Progresivo que del Black, pero siempre sin perder su tonalidad más oscura.

Como curiosidad, Dupont cierra este trabajo con una versión bastante clásica que pretende sacar a la luz la raíz musical de GORATH, de la que indudablemente parte, pero de la que también se aleja mucho. El tema en cuestión es el “Buried By Time And Dust” de MAYHEM, bastante fiel en su ejecución aunque algo más acelerado que la original, dándole un aire más speedico y demoníaco de lo que ya tenía el tema. 

La muralla del sonido puede ser un terrible handicap para sacarle todo el jugo a este grupo, pero si nos fijamos en la calidad que atesora, GORATH se desmarca de la media con “The Fourth Era”. Un gran disco, que desafortunadamente no brilla como debiera. Aún así, si no buscas revisionismos puristas y la oscuridad es lo tuyo, puede ser un buen lanzamiento. 

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BECOMING THE ARCHETYPE - "The Physics Of Fire": un segundo paso más estático.


Recuerdo cuando me hice con una copia del primer disco de BECOMING THE ARCHETYPE, “Terminate Damnation”, que lo hice movido fundamentalmente por su portada, obra del gran Dan Seagrave (autor de portadas de gente como SUFFOCATION). Aunque tenía la mosca detrás de la oreja, porque el sello que lo sacaba se especializaba en Metalcore, me dejé llevar por mis delirios impulsivos y me arriesgué en la compra a ciegas del trabajo. Cuando puse el plástico en mi reproductor fue un alivio: aunque no cabía duda de que el sonido era seguidor de las tendencias de moda en EE.UU, la música del grupo era mucho más arriesgada, técnica y estimulante. A veces me recordaban a una banda de Death Metal técnico, otras veces tenían estructuras largas y progresivas a lo OPETH y en general el disco me satisfizo enormemente, pasando a engrosar mi lista de grupos a tener en cuenta en el futuro. 

Dos años después de aquello cae en mis manos el segundo trabajo de esta banda de profundas creencias cristianas, “The Physics Of Fire” y ¿cual ha sido mi impresión? Agridulce y algo decepcionada. BECOMING THE ARCHETYPE ha perdido gran parte de su personalidad y su originalidad precedente, no tanto en elementos como en la forma de encajarlos, y se ha vuelto mucho más previsible y ahora sí, metido de lleno en la corriente Metalcore de bandas como CALIBAN o KILLSWITCH ENGAGE, es decir, la rama más pegada al Death Melódico, pero con el sonido americano. El tono de voz más estático y desganado de su vocalista Jason Wisdom, la inclusión de alguna voz limpia obra de su guitarrista Alex Kenis, el sonido menos crepitante y más accesible, y la reducción del minutaje y de la complejidad de las composiciones, haciendo que los detalles de virtuosismo queden relegados a un segundo plano, convierten a BECOMING THE ARCHETYPE en otra banda más, quizás con más calidad que muchas del género, pero perdiendo gran parte del encanto que me llamó la atención de ellos en su debut. Mantienen sus apetencias por el progresivo, pero de una manera más anecdótica, siendo lo único que los diferencia de otros grupos compañeros de estilo.

El disco empieza con un tema totalmente habitual y previsible, “Epoch Of War”, tras una breve intro instrumental. Un corte pegadizo y potente, pero nada que no hayan hecho otros antes. Mucho más interesante es “Immolation”, quizás el mejor tema de todo el disco, junto a “Second Death”, en la parte final del disco. En ambas composiciones los riffs se vuelven más oscuros y afilados, y con ligeras reminiscencias en lo que a estructura y riffs se refiere a OPETH. Los cambios de ritmo, las atmósferas recreadas por los teclados, hasta la voz limpia de aires teatrales, convierten a ambos cortes en los más variadas y que más se alejan de lo típico de todo el disco, en especial la primera de las citadas, pues la segunda se mueve por pasajes más melódicos. Pero “Autopsy” nos levanta del entusiasmo, convirtiéndose en un corte que bien podría haber firmado CALIBAN, y que aunque tiene calidad instrumental gracias a la labor solista de las guitarras, se mueve por terrenos más encorsetados. No ocurre lo mismo en “The Great Fall” que comienza de una manera estimulante, con un riff pegadizo y acaba de una manera sorprendente, atmosférica y decadente, saliéndose un poco de la línea habitual, lo cual se agradece. “The Monolith” también es un buen corte, rápido y directo, con buenas guitarras, aunque algo falto de riesgo en lo que a variedad estructural se refiere.


El mayor problema que le veo yo a “The Physics Of Fire”, en comparación con el debut de la banda, es que sin dejar de ser un buen disco en global, se mueve entre dos aguas. Se ve que la banda no ha querido perder toda su capacidad creativa y mantiene el interés por elaborar instrumentaciones interesantes y virtuosas, pero a la vez han querido lavar un poco la cara de su propuesta hacia terrenos más previsibles. El resultado, ya sin comparaciones con el pasado de la banda, es interesante porque como ya he dicho BECOMING THE ARCHETYPE está por encima de la media, pero siempre te deja con la sensación de que falta algo para llegar a impresionar. A pesar de los detalles épicos que han querido recrear con los teclados ocasionales y que su calidad técnica se mantiene, temas como “Fire Made Flash” o la eterna “The Balance Of Eternity”, se acaban haciendo un poco pesados en sucesivas escuchas, pese a sus intentos de desmarcarse con esos detalles de cierto aire épico que he citado. 

En definitiva, “The Physics Of Fire” es un album irregular. Alterna buenos momentos, con otros previsibles y manidos que no aportan mucho. Sin ser un mal disco, no está a la altura de su predecesor. Si no conocías a BECOMING THE ARCHETYPE, te recomiendo que te hagas cuanto antes con “Terminate Damnation”, un disco a tener muy en cuenta si te gusta el Death Metal de cualquier tipo, con sonoridad renovada. “The Physics Of Fire” muestra a una banda diferente, menos interesante, aunque sigan desmarcándose del resto. No está mal, pero podían haber dado mucho más de sí.

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AS EDEN BURNS - "The Great Celestial Delusion": jóvenes y sorprendentes.


Jóvenes. Americanos. Calificados como parte de la nueva ola del Metal de los EEUU. ¿A qué se os vienen a la cabeza más de una veintena de grupos con estas pinceladas? Por eso, para que una crítica de un disco con estas premisas tenga más de un 5 debe de ser bueno, muy bueno o hasta sobresaliente y en el caso de AS EDEN BURNS se acercan a lo tercero, a falta de comprobar si en sucesivos lanzamientos avanzan por este camino o se pierden en la mediocridad. “The Great Celestial Delusion” es probablemente uno de los tres mejores lanzamientos de estas características que he escuchado este año, así de simple. 

¿Qué tiene AS EDEN BURNS para que esta crítica sea tan gratificante con el grupo desde el inicio? El hecho de que sin hacer nada nuevo, y es más, tener una influencia muy fuerte de AT THE GATES (quién no la tiene en EEUU) en la personalidad de su vocalista William Hesser (que lamentablemente para la banda ya no está en ella, al haberla abandonado hace pocos días), “The Great Celestial Delusion” barre con su energía y calidad a una veintena de lanzamientos de este año y supera a algunos “cabezas visibles” como THE BLACK DAHLIA MURDER o sobre todo ALL SHALL PERISH cuyo último disco sin ser decepcionante, se pierde mucho en la nada. Y es que aunque Hesser sea un calco de Tompa Lindberg y los riffs más Death sean de ascendencia sueca total, AS EDEN BURNS, gracias a su guitarristas, demuestra tener una enorme destreza musical, un gran sentido de la composición y muchas tablas a la hora de estructurar un trabajo para que sea un pelotazo de principio a fin. 

Lejos de ser accesibles, los temas de AS EDEN BURNS, apoyados por un sonido muy Heavy y orientado a las guitarras, son extensos pero no por ello poco interesantes. Ataques de Thrash-Death, melodías y solos virtuosos se mezclan una y otra vez, mientras el juego de dos voces a lo ALL SHALL PERISH, aunque con predominio de la tonalidad a lo Tompa, ayuda a dar el toque de extremismo necesario para que este trabajo no sea Heavy disfrazado de agresividad moderna. Los ritmos y patrones de acompañamiento no se limitan a los típicos ritmos sincopados y con dobles bombos constantes de herencia Thrash, y la influencia del Hardcore está totalmente desterrada, con lo que uno no tiene la sensación de poder predecir el devenir de los temas como en tantos otros discos. Unido todo esto a una producción, que por fin, no suena sobreproducida y alimentada por millones de capas que impresionan en una primera escucha pero saturan en sucesivas, “The Geat Celestial Delusion” se convierte en un lanzamiento muy interesante para los aficionados al Death Melódico con mucho ramalazo Heavy.


Ya el inicio del tema de apertura, “The Great Celestial Delusion” puede servir de ejemplo de que estos chicos no son meros advenedizos, sino que verdaderamente saben lo que hacen: unos riffs muy clásicos dentro de la tesitura melódica del Death y el juego de dos voces para un tema que podría aparecer sin problemas en el “Slaughter Of The Soul” de AT THE GATES, pero con la personalidad que la mayor influencia del Heavy en las guitarras le da a AS EDEN BURNS. “Endless Rebirth” es más compleja y variada, aunque también tiene mucha influencia de Tompa y los suyos, sin embargo lo mejor de esta primera parte viene con “Enemy”, un tema muy Thrash cuyo inicio es pura dinamita, por muy típico que pueda resultar. En el terreno del lucimiento personal de los guitarristas la palma se la lleva “Conceptual Decay”, una de las que más solos neoclásicos tiene, pero que no se hace para nada pesada como pudiera ocurrir en otros discos más orientados a este tipo de virtuosismo. Para contrarrestar, “Guilds” es un tema directo y básico en sus formas que sirve para desfasar sin necesidad de poner mucho de nuestra parte y, finalmente, “Lost Counsel And Untimely Doom”, el tema más largo del trabajo, consigue poner sobre la mesa la gran capacidad de los componentes de AS EDEN BURNS a la hora de estructurar un tema, variado, con pasajes melódicos, otros más veloces, cambios de ritmo, y siempre con una línea que evita la indefinición.

Como son jóvenes aún tienen terreno para mejorar (o empeorar, en sus manos está), pero creo que no me asombraba tanto por un lanzamiento de este tipo desde el debut de ALL SHALL PERISH y el primer disco de BECOMING THE ARCHETYPE. Impecable ejecución, buenos músicos e intensidad a partes iguales, AS EDEN BURNS se desmarca en “The Great Celestial Delusion” con un disco muy entretenido y brillante que gustará a amantes de los nuevos sonidos y a los que disfruten del Death Melódico. Sorprendentes. 

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viernes, 13 de diciembre de 2019

JARBOE - "Mahakali": Solo para amantes de lo más extremo.


La experimentación tiene un límite hasta para alguien como esta mujer, JARBOE, ya con una extensa carrera en solitario y otra aún más larga con uno de los padres del Noise y del Industrial, los SWANS. Para éste que suscribe, la originalidad, el riesgo, el hacer un disco impredecible... todo ello, son muchos puntos a favor de un grupo, pero todo dentro de una coherencia y una línea marcada, y en “Mahakali” no ha nada coherente ni aunque sea mínimamente. ¡Unos tanto y otros tan poco! Estoy harto de escuchar grupos que se copian los unos a los otros, y también otros que se plagian a sí mismos, lo cual, inmovilismo o falta de originalidad, no siempre es malo y podría poner un gran número de ejemplos que alcanzan sobresalientes largos por mi parte. Pero JARBOE ha traspasado una línea difícil de seguir, por lo menos para mí, y no será que no lo he intentado veces en los últimos días. 

Lo más llamativo son las colaboraciones que rodean el disco: Phil Anselmo en uno de los temas más “accesibles” dentro de la inaccesibilidad de este engendro, como es “Overthrown”, Attila Csihar, con su particular forma de cantar en “The Soul Continues”, un tema de dificilísima digestión y, en el resto del disco, las guitarras de Josh Graham (NEUROSIS), Kevin Hufnagel (DYSRHYTHMIA) y la batería (con un papel muy, muy, muy secundario) de Vincent Signorelli (UNSANE). El resto es inconsistencia, locura, incoherencia y falta de hilo conductor. Muchas veces uno tiene la sensación de que JARBOE y compañía entraron en el estudio, encendieron las cintas de grabación, y empezaron a improvisar, dejando el papel de corta y pega para la propia JARBOE con posterioridad. Inclasificable es un adjetivo que se queda corto para un disco como “Mahakali”. Infumable se acercaría más, pero tampoco es cuestión de despreciar un disco sólo porque, personalmente, no haya logrado entenderlo. Desde luego, salvo que te guste mucho, mucho, pero mucho, el riesgo, no te recomendaría la escucha de este trabajo. 


¿A dónde quería dirigirse JARBOE? No lo sé, a lo mejor esto es una obra maestra y no me he enterado, pero aquí hay tanta dispersión estilística y de ideas que uno no sabe por donde coger el disco. Temas que pasan del Sludge más disonante y ácido (“Mahakali, Of Terrifying Countenance” y “The House Of Void”, dos temas larguísimos y donde el ruido y la música se hacen uno), al Drone más experimental (“Violence”, que por momentos es puro ruido), a la clásica más avantgarde (“A Sea Of Blood And Hollow Screaming...”, un tema que parece una reinterpretación del glorioso “Requiem” de LIGETI, o “Mouth Of Flames”, donde JARBOE canta con voz de soprano), a la música siniestra de los ochenta, o cualquier cosa que se te pase por la mente. Y lo más inaudito de todo es la forma de cantar de la propia multiinstrumentista americana, capaz de hacer voces guturales, exageraciones teatrales y hasta cantar con voz de niña ingenua (“Bornless” es particularmente insoportable en este aspecto). Me considero abierto de mente y de hecho, todos los estilos que he nombrado me gustan, pero todo mezclado, agitado y sin mucho orden ni concierto, estructurado en un solo disco me parece un ejercicio excesivo para el aguante medio de cualquier ser humano. 

Inflexiones vocales de todo tipo, guitarras que por momentos suenan a Post-Rock y otras veces se limitan a soltar acoples y retroalimentaciones varias, percusiones que van a su aire, ambientaciones recreadas a base de samplers e instrumentos de cuerda, falta absoluta de una estructura en el sentido convencional del término... Originalidad, experimentación y locura, pero, y siento decirlo, esto no tiene ni pies ni cabeza. Quizás tú sí consigas sacar algo en claro, pero a mi me supera y no soy capaz de escuchar el disco del tirón (si bien escuchando cada tema por separado tampoco me ayuda mucho). “Mahakali” es una curiosidad, una rareza, un disco sin posible comparación y JARBOE debe de ser una genialidad, pero a mí en particular, no ha conseguido admirarme sino más bien enervarme bastante. Solamente para espíritus muy, muy inquietos y amantes del riesgo extremo.

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ENABLERS - "Output Negative Space": Un bicho raro.


ENABLERS no es un grupo al uso. Llevan ya dos discos de existencia pero de base se podría considerar simplemente como una banda de acompañamiento, pero no del tipo que estáis pensando. Es una especie de banda sonora para un poeta y escritor de cierto prestigio en el underground literario de Estados Unidos, Pete Simonelli, alrededor del cual se teje una tela musical, un trasfondo oscuro y denso, que pone texturas y tonalidades a la teatral voz del propio Simonelli recitando sus obras. Una propuesta que puede ser tan interesante a priori, como rechazable si la cosa se queda a medias. En este caso, la valoración global del experimento se queda en tablas: un proyecto inusual, original... pero algo falto de chispa y cohesión.

Vaya de antemano que "Output Negative Space" no es Metal. Algunos los comparan con NEUROSIS, lo cual se puede apreciar en lo arriesgado de la propuesta y en el hecho de que el estilo básico de ENABLERS es un post Rock con mucha psicodelia, pero poco más (además de que su disco sea editado por Neurot Records, la compañía de NEUROSIS). Es muy probable, de hecho, que la música contenida en este CD haya sido improvisada a la vez que la recitación de Simonelli, según cómo éste hiciera sus juegos con los tonos de voz, según el poema requiera una mayor o menor intensidad. Por lo menos de base, no dudo que después haya sido arreglada y trabajada hasta que el resultado final fuera más o menos controlado. Esto me hace emparentar su estilo con otro género, sobre todo por las armonías usadas a lo largo de todo el trabajo: el Jazz. Muchas veces, si obviamos la voz de Simonelli, parece que estamos ante un trabajo de los guitarristas más avantgarde de este género como Marc Ducret o Steve Cardenas. Como se puede ver, la complejidad musical está asegurada de la mano de estos tres músicos veteranos curtidos en diversas bandas del entorno de San Francisco.


El apartado lírico es excepcional, y casi se puede considerar una obra literaria en sí misma, poemas de sensaciones personales, de hechos, sueños y fantasías propias de Simonelli o de personajes creados por él mismo. La música ayuda a potenciar todas las inflexiones de los textos, sonando lejana y cálida en unas partes y aumentando la potencia para resaltar los momentos de tensión dramática. Pero algo falla en el resultado final. Suena todo demasiado lineal, y es que efectivamente ENABLERS no pretende ser una banda de la que puedas recordar sus temas a posteriori. Todo se basa en colchones armónicos entorno a la voz del poeta conductor de la banda, no hay líneas melódicas a recordar, no hay estructuras que se puedan memorizar fácilmente, la música está al servicio de las palabras y no al revés. No es un disco para degustar a la ligera, sino para prestarle toda la atención tanto a la música como a los textos.

Sería inútil hablar por tanto de temas, a mí personalmente me han impresionado mucho "On Monk", por su agónico y tenso final y por la locura de su letra, realmente surrealista. También la oscura "Output Negative Space", con una música mucho más agresiva de lo que cabría esperar por su inicio, y que consigue transmitir cierta inquietud. Y finalmente la rabiosa y a la vez intimista "For Jack: A Philippic", tanto musicalmente como por el tono de voz adquirido por Simonelli. Pero son meros ejemplos, si escuchas el CD y lees las letras, seguramente te quedarás con cualquier otro tema. Ese es el principal problema que le veo al disco, que no es condescendiente con el oyente ocasional, te exige una atención única para poder llegar a algún sitio. Sino atiendes pieza a pieza y te alejas del resto de distracciones, probablemente acabes por dejar escapar algún que otro bostezo.

El disco no es largo, más bien al contrario, poco más de media hora, lo cual se agradece, ya que te deja exhausto, pero aún así no deja de ser su escucha difícil, algo que se agrava con la fría producción obtenida. No dudo que muchos verán aquí una obra de arte, y seguramente lo sea visto desde un punto de vista objetivo. Sin embargo, y poniéndome en la piel del oyente creo que deberían haber buscado un mayor equilibrio entre originalidad, riesgo en su propuesta, y a la vez tener en cuenta que los discos se hacen para venderse, aunque sea a unos pocos. Las auténticas obras de arte son las que suenan propias, pero a la vez perduran en la memoria, y la propuesta de ENABLERS en "Output Negative Space" pasará sin pena ni gloria para la mayoría.

¿Por qué entonces un notable?, porque sólo por la originalidad, por ser la primera vez que oigo un proyecto de estas características (y oigo cosas muy raras, os lo aseguro), merecen ser dotados de cierta notabilidad, aunque sea perecedera. En consecuencia, si eres abierto de mente y buscas cosas nuevas, "Output Negative Space" puede ser una opción, aunque yo lo escucharía antes un poco por si acaso.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)