Hay bandas que tienen un ascenso meteórico y se puede comprobar en la expectación que despiertan en sus conciertos y en cómo se multiplican sus visitas. Los ucranianos JINJER pueden ser un ejemplo perfecto. La primera vez que vinieron por Madrid fue en la sala Lemon, delante de un centenar de personas, siendo teloneros de THE AGONIST. De esto hace tres años y pico. Ni seis meses después volvían a Madrid, ya liderando su propio tour y casi llenaron la sala Nazca con unas quinientas personas. Entre medias festivales varios y otras fechas, como este mismo año junto a SOILWORK. Ahora volvían como líderes de su propio tour, con, curiósamente, THE AGONIST como banda de apoyo y el público se había multiplicado a un millar de personas, colgando del cartel de sold out en tres fechas por la península y en el caso de Madrid desde hacía semanas. ¿Y esto? ¿Merecido?
Pues en mi opinión bastante. Sólo que creo que JINJER está ahora mismo en el punto de no retorno en el que pasarán de ser una banda en crecimiento, con la ilusión y la energía típica de los inicios, a ser un grupo establecido que fichará y se convertirá en autómata de sí mismo. Ojalá me equivoque, pero hemos vivido esta situación otras veces, tanto con bandas noveles como con bandas consagradas que vivían una segunda juventud. Mientras tanto, esta nueva fecha de JINJER en Madrid con su último trabajo "Macro", bajo el brazo, (complemento del miniCD que sacaron a principios de año bajo la rúbrica de "Micro"), se planteaba como una nueva reválida para la banda de excelentes músicos que es JINJER, especialmente su vocalista Tatiana Shmailyuk, cuya voz es capaz de lo más agresivo y extremo y de lo más soul y visceral también.
La noche se planteaba extensa en lo que a grupos se refiere. Siempre he estado en contra de fechas en sala con más de tres bandas. Primero porque con los horarios de las salas madrileñas, hace que tengas que entrar en el concierto con el café de sobremesa aún en la garganta, segundo porque tantas bandas hacen que el personal que quiera estar desde el principio acabe un poco cansado. Máxime si tenemos en cuenta el cartel de sold out en la entrada y que según avanzaba la noche ir por ejemplo al servicio, era tarea casi imposible so pena de tardar media hora entre ir y volver. Supongo que es una forma de compartir gastos de gira y dar a conocer a bandas que de otra manera no sería posible (los propios JINJER empezaron así).
Sea como fuere a las seis de la tarde se abrían las puertas de la renovada y cada vez más mejorada en sonido sala Mon, y media hora más tarde daría comienzo la descarga del primero de los cuatro grupos de la noche, los también ucranianos SPACE OF VARIATIONS. En ese momento la sala tenía una entrada de entorno a 400 personas. Los que ya estamos mayores habíamos ocupado la barandilla de la planta de arriba de la sala para tener visibilidad y tranquilidad ante el movimiento que se podía esperar durante la noche. En total el grupo estuvo media hora sobre las tablas, más que suficiente para presentar su único trabajo completo hasta la fecha, "Mind Darknet", del que tocaron seis temas, incluyendo además "Razorblade", nuevo corte del que ya han hecho un vídeo y que era adelanto de lo nuevo del grupo. Para mi gusto su mezcla de djent, electrónica y hardcore en sentido estricto no me terminó de convencer mucho, pero sirvió para comprobar que la sala iba a sonar bien y que ya había algún que otro motivado "bailando" en el pit.
Con sólo un cuarto de hora de cambio, para reformar el kit de batería y adaptarlo, los finlandeses KHROMA salían a escena a las siete y cuarto. El planteamiento era similar a la banda precedente, sólo que la electrónica estaba menos presente y sin embargo sí lo estaba el carácter grueso de la rítmica, con más groove y momentos de engorile para que el personal siguiera bailando. Al igual que SOV, no me dijeron mucho. Es más, se me hicieron incluso más pesados y constantes, pese a tener ya dos discos en su haber y estar más rodados. Algún momento de cabeceo o los pasajes de electrónica bien encajada a destacar, pero para mi gusto poco más. Una vez más, MESHUGGAH y PERIPHERY han hecho mucho daño a la música, cuando el resultado es la simpleza y no el trasfondo técnico que tienen ambos grupos referente...
Pasadas las dos primeras bandas y ya caminando a las ocho de la tarde, se iba a producir el sentido inverso de grupos a lo que tres años antes fue el debut de JINJER en la capital. Ahora le tocaba a los canadienses THE AGONIST salir a escena. La que fuera la banda de Alissa White-Gluz antes de que el señor Amott se la llevara a ARCH ENEMY, y ya con la americano-griega Vicky Psarakis establecida ante el micro, venía a presentar un "Orphans" que sigue sin superar aquel "Prisoners" que muchos consideramos su mejor disco (todavía con Alissa), pero al menos está bastante mejor que los dos trabajos precedentes. De hecho el setlist se iba a centrar en estos dos discos, con la inclusión de un prescindible solo de batería por parte de Simon McKay, y "Gates of Horn and Ivory" del primer disco que sacaron con Vicky como vocalista.
El sonido empezó fatal. Vicky perdió sus dos primeras estrofas porque no tenía su micro enchufado y las guitarras eran inaudibles. Afortunadamente todo mejoró con "Panophobia", tema de "Prisoners", donde Vicky da el do de pecho, pero que hace que recordemos a una Alissa que en THE AGONIST tenía espacio para brillar... Una vez que pasó el aburrido solo de batería, volvieron a "Prisoners" con mi tema favorito la verdad, "Dead Ocean", y eso que es de los más extensos que tienen. El resto del concierto, con "Orphans", "Burn It All Down" y la coreable "As One We Survive", ya se centraría en su última obra, cerrando una descarga de 45 minutos de menos a más que me dejó satisfecho, aunque no tanto como la otra vez, cuando el orden del cartel era diferente y THE AGONIST salían después de JINJER.
El cambio de escenario esta vez se hizo más largo, casi media hora, y eso que todo estaba colocado en escena, incluyendo el peculiar set de batería de Vladislav Ulasevish, con los platos colocados muy bajos y el charles hundido en el suelo. Curiosa forma de colocar la percusión, pero si a él le vale, pues mira qué bien, porque la verdad que el músico ucraniano es parte muy importante de la música de JINJER, sobre todo desde que se han vuelto más técnicos y cambiantes en la estructura de los temas. En cualquier caso, a eso de las nueve y cuarto aparecía en los leds del fondo de la sala una cuenta atrás de dos minutos mientras sonaba de fondo "lainnereP", que es como se cierra "Macro", el nuevo disco de la banda.
Salieron a escena con la sala a rebosar y un sonido espectacular, con los acordes de "Teacher, Teacher!" el single del miniCD "Micro" y que muestra a una Tatiana vacilona con una actitud muy hip-hop. La imagen ha cambiado mucho en el seno de la banda. Ellos siguen más o menos igual, pero la vocalista ha dejado a un lado su vestimenta hardcoreta y salía con una vestimenta más propia de una banda de metal sinfónico escandinavo. Sé que es algo secundario, pero resta energía a los shows pues Tatiana siempre ha sido muy activa y los saltos y movimientos varios que hacía en el pasado con este estilismo quedaban fuera de lugar y se reducían mucho. Afortunadamente y no sé si motivado precisamente por ser un poco más estática en ese aspecto, las inflexiones vocales eran mucho más claras, más precisas y las voces guturales más naturales, sin tanto efecto de micro. Supongo que al igual que le ha pasado al resto de JINJER, Tatiana se ha vuelto más técnica y milimétrica en su actuación, aunque ello vaya en detrimento de la presencia escénica.
Está claro que el disco por el que JINJER ha obtenido tanto éxito es "King Of Everything" y de hecho caerían hasta seis cortes del mismo, como el siguiente en ser interpretado, "Sit Stay Roll Over". Para mi gusto ni "Micro" ni "Macro" han superado aquel trabajo. Son discos más elaborados, mucho más avanzados, pero les falta el factor sorpresa de aquél y sobre todo la ingenuidad de una banda que está empezando a recoger frutos, no ya consagrada y automatizada. Esto se nota también en la presencia escénica del resto de JINJER. Ni Vladislav se salía de su postura. Sólo Eugene Abdukhanov en el bajo variaba su posición de vez en cuando, subiéndose a las cajas de sonido que tenía detrás. El resto era todo milimétrico, medido y calculado.
En el resto del concierto se irían alternando los temas en bloques, destacando "Ape" que fue la siguiente, "Judgement (& Punishment)", con esos pasajes tan Reggae que demuestran una vez más que la banda no se arruga ante nada, la emotiva "Retrospection", con mucho significado para la propia Tatiana, y "On The Top" que es uno de los mejores temas de "Macro". En cualquier forma como se venía abajo la sala Mon era con los temas de "King Of Everything", como fue el genial "I Speak Astronomy", o el bloque final donde cayeron "Just Another" y "Words of Wisdom" seguidas. La única referencia a "Cloud Factory", "Who's Gonna Be the One" también fue muy celebrada.
Después de agradecer al resto de bandas la presencia en escena, Tatiana, que se había quedado sola sobre las tablas, se metió entre bambalinas y el público empezó a corear de forma espontánea el nombre del grupo y pidiendo más. Como iban bien de hora y saben el tirón que tienen en España, JINJER volvió a salir y tocó dos bises en vez de uno, ambos de lo mejor de la noche: "Pisces", en donde sobró la gente que a los conciertos va a hablar y no a escuchar, jodiendo los pasajes tranquilos del tema, y la brutal "Captain Clock", que no la solían tocar en otros conciertos de la gira. En total casi 80 minutos de concierto que para mi han sido la consagración de la banda y personalmente, y casi con total seguridad, la última vez que vea a JINJER en sala, para quedarme con el buen recuerdo de una banda en el top creativo antes de que empiece su declive.
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