Vuelve
NAPALM DEATH, regresan los abuelos del Grind, los padres (no materiales, aunque
sí por paso del tiempo y méritos propios) del género, los artífices de toda una
generación de extremismos, todo un ejemplo de cómo ser una banda de referencia,
no estancarse, evolucionar, ir, venir, volver, no desaparecer nunca, y siempre
con calidad, con un golpe certero y sin defraudar a nadie. Ni siquiera en los
noventa, cuando se convirtieron en unos supervivientes en los convulsos y
continuos cambios que se avecinaban, perdieron su amplia base de fans que
sabían apreciar una carrera que pasa del Grind más de libro de “Scum” y el
maravilloso “F.E.T.O.”, pasando por el Death-Grind de “Harmony Corruption”, las
experimentaciones groovies de “Diatribes”, la vuelta a la
brutalidad de “Enemy Of The Music Business”… todo un ejemplo, sin duda.
Y
la vuelta es a lo grande. Después de uno de sus mejores discos, “Smear
Campaign”, recuperando los asaltos minimalistas, aunque sin abandonar las
concesiones experimentales que en sus últimos trabajos siempre se daban, “Time
Waits For No Slave” es el complemento perfecto. La misma base Grind con algún
toque Death, pero en esta ocasión alargando más los temas y volviendo a tener
ciertos toques pesados, pegadizos y hasta cierto punto atmosféricos, como en el
ya citado “Diatribes”. Digamos que este disco sería como un segundo “Enemy Of
The Music Business”, un resumen perfecto de todo lo que ha dado de sí la
carrera de Barney y compañía, y con un sonido de guitarras que por momentos
suena renovado, pero sin perder ese toque de locura que es indispensable en
cada disco del combo. Probablemente estemos ante uno de sus discos más
completos, y que más puede ganar nuevos acólitos a su causa, pues “Time Waits
For No Slave” suena fresco, directo, variado y sin posible aburrimiento.
El
sonido es fundamental, de hecho diría que es lo mejor del disco. La voz de
Barney sigue siendo escupida, pero las guitarras y la parte rítmica han ganado
en contundencia y limpieza, sin perder el toque correoso de sus viejos tiempos.
Sobre todo en los momentos más groovies este sonido hace que
NAPALM DEATH gane en contundencia y permite disfrutar de un trabajo de Danny
Herrera que está pletórico en todo el disco, tanto en los momentos más veloces
como en los más equilibrados. Por poner un ejemplo, el apoteósico final de
“De-evolution Ad Nauseum” es probablemente uno de los mejores trabajos de
Herrera en su trayectoria con NAPALM DEATH, pero no es el único ejemplo. Mitch
Harris también tiene buenos momentos gracias a una variedad de riffs bastante
amplia y momentos de lucimiento personal en forma de algún solo o incluso algún
pasaje más atmosférico que encaja a la perfección con el estilo brutal de
NAPALM DEATH. Es el caso de “Procrastination Of The Empty Vessel”, uno de los
temas más experimentales, o de “A No-Sided Argument”, con un buen solo muy
Heavy en su estructura. En definitiva, que en el apartado personal el cuarteto
está en plena forma y eso se nota en la intensidad de ejecución y en el grado
de frescura que logran transmitir.
En
el apartado compositivo, el otro punto fuerte del trabajo viene de la mano de
un resultado muy condensado y completo que recorre todas las épocas del grupo,
no dejando defraudados, me apuesto lo que sea, a ningún seguidor medio de la
banda. Desde la gloriosa apertura “”Strong-arm”, en su línea de siempre, el
típico tema para no dejar de poguear sin parar, con un acusado ritmo Thrash
imposible de quitarse de encima, pasando por “Work To Rule”, un tema lleno de
contrastes que es de los más experimentales del trabajo en el terreno de las
guitarras, siguiendo con “On The Brink Of Extinction”, a medio tiempo, lleno de
<i>groove</i> y que en directo debe ser la bomba (más tarde en
“Downbeat Clique” repiten fórmula ralentizando los tempos aún más para aumentar
el poder rítmico), continuando con “Feeling Redundant”, a piñón fijo y sin
descanso… y todos los que ya había citado en el párrafo precedente. La verdad
es que si algo tiene “Time Waits For No Slave” es que cada tema tiene algo que
lo diferencia de los demás y lo hace ser merecedor de
recuerdo.
NAPALM DEATH sigue sumando goles en su cuenta personal y “Time Waits For
No Slave” se convertirá en uno de los más apreciados hoy y en el futuro. Sólo
el tiempo lo dirá, pero a día de hoy el cuarteto puede presumir de seguir con
la inspiración, las ganas y la intensidad intactas. Un paso más en la carrera
de uno de los grandes.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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