Recuerdo
cuando me hice con una copia del primer disco de BECOMING THE ARCHETYPE,
“Terminate Damnation”, que lo hice movido fundamentalmente por su portada, obra
del gran Dan Seagrave (autor de portadas de gente como SUFFOCATION). Aunque
tenía la mosca detrás de la oreja, porque el sello que lo sacaba se
especializaba en Metalcore, me dejé llevar por mis delirios impulsivos y me
arriesgué en la compra a ciegas del trabajo. Cuando puse el plástico en mi
reproductor fue un alivio: aunque no cabía duda de que el sonido era seguidor
de las tendencias de moda en EE.UU, la música del grupo era mucho más
arriesgada, técnica y estimulante. A veces me recordaban a una banda de Death
Metal técnico, otras veces tenían estructuras largas y progresivas a lo OPETH y
en general el disco me satisfizo enormemente, pasando a engrosar mi lista de
grupos a tener en cuenta en el futuro.
Dos
años después de aquello cae en mis manos el segundo trabajo de esta banda de
profundas creencias cristianas, “The Physics Of Fire” y ¿cual ha sido mi
impresión? Agridulce y algo decepcionada. BECOMING THE ARCHETYPE ha perdido
gran parte de su personalidad y su originalidad precedente, no tanto en
elementos como en la forma de encajarlos, y se ha vuelto mucho más previsible y
ahora sí, metido de lleno en la corriente Metalcore de bandas como CALIBAN o
KILLSWITCH ENGAGE, es decir, la rama más pegada al Death Melódico, pero con el
sonido americano. El tono de voz más estático y desganado de su vocalista Jason
Wisdom, la inclusión de alguna voz limpia obra de su guitarrista Alex Kenis, el
sonido menos crepitante y más accesible, y la reducción del minutaje y de la
complejidad de las composiciones, haciendo que los detalles de virtuosismo
queden relegados a un segundo plano, convierten a BECOMING THE ARCHETYPE en
otra banda más, quizás con más calidad que muchas del género, pero perdiendo
gran parte del encanto que me llamó la atención de ellos en su debut. Mantienen
sus apetencias por el progresivo, pero de una manera más anecdótica, siendo lo
único que los diferencia de otros grupos compañeros de estilo.
El
disco empieza con un tema totalmente habitual y previsible, “Epoch Of War”,
tras una breve intro instrumental. Un corte pegadizo y potente, pero nada que
no hayan hecho otros antes. Mucho más interesante es “Immolation”, quizás el
mejor tema de todo el disco, junto a “Second Death”, en la parte final del
disco. En ambas composiciones los riffs se vuelven más oscuros y afilados, y
con ligeras reminiscencias en lo que a estructura y riffs se refiere a OPETH.
Los cambios de ritmo, las atmósferas recreadas por los teclados, hasta la voz
limpia de aires teatrales, convierten a ambos cortes en los más variadas y que
más se alejan de lo típico de todo el disco, en especial la primera de las
citadas, pues la segunda se mueve por pasajes más melódicos. Pero “Autopsy” nos
levanta del entusiasmo, convirtiéndose en un corte que bien podría haber
firmado CALIBAN, y que aunque tiene calidad instrumental gracias a la labor
solista de las guitarras, se mueve por terrenos más encorsetados. No ocurre lo
mismo en “The Great Fall” que comienza de una manera estimulante, con un riff
pegadizo y acaba de una manera sorprendente, atmosférica y decadente,
saliéndose un poco de la línea habitual, lo cual se agradece. “The Monolith”
también es un buen corte, rápido y directo, con buenas guitarras, aunque algo
falto de riesgo en lo que a variedad estructural se
refiere.
El
mayor problema que le veo yo a “The Physics Of Fire”, en comparación con el
debut de la banda, es que sin dejar de ser un buen disco en global, se mueve
entre dos aguas. Se ve que la banda no ha querido perder toda su capacidad
creativa y mantiene el interés por elaborar instrumentaciones interesantes y
virtuosas, pero a la vez han querido lavar un poco la cara de su propuesta
hacia terrenos más previsibles. El resultado, ya sin comparaciones con el
pasado de la banda, es interesante porque como ya he dicho BECOMING THE
ARCHETYPE está por encima de la media, pero siempre te deja con la sensación de
que falta algo para llegar a impresionar. A pesar de los detalles épicos que
han querido recrear con los teclados ocasionales y que su calidad técnica se
mantiene, temas como “Fire Made Flash” o la eterna “The Balance Of Eternity”,
se acaban haciendo un poco pesados en sucesivas escuchas, pese a sus intentos
de desmarcarse con esos detalles de cierto aire épico que he citado.
En definitiva, “The Physics Of Fire” es un album irregular. Alterna
buenos momentos, con otros previsibles y manidos que no aportan mucho. Sin ser
un mal disco, no está a la altura de su predecesor. Si no conocías a BECOMING
THE ARCHETYPE, te recomiendo que te hagas cuanto antes con “Terminate
Damnation”, un disco a tener muy en cuenta si te gusta el Death Metal de
cualquier tipo, con sonoridad renovada. “The Physics Of Fire” muestra a una
banda diferente, menos interesante, aunque sigan desmarcándose del resto. No
está mal, pero podían haber dado mucho más de sí.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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