El año 2011 ha sido de gran ocupación para el bajista CHRISTIAN MCBRIDE. Al que fuera (y sigue siendo) acompañante predilecto en casi todas las producciones de los noventa, recogiendo el testigo de RON CARTER, DAVE HOLLAND, CHARLIE HADEN y demás, para convertirse en el siempre presente MCBRIDE, le faltaba el empujoncito en solitario necesario para seguir la estela de los citados y no ser para siempre el secundario de referencia para marcar el pulso rítmico en los discos de otros. Sus primeros trabajos a su nombre prometieron, tanto “Gettin’ To It”, como sobre todo “Number Two Express”, pero tenían cierta irregularidad, luego confirmada en posteriores entregas a su nombre, que se incrementaría cuando el bajo eléctrico y el Funk entró con más fuerza en el lenguaje en solitario de MCBRIDE. Con cierta frecuencia, el bajista siguió grabando, hasta que en el último lustro se había silenciado, motivado en parte por su faceta de acompañante y también porque el bueno de Christian estaba “tramando” algo.
Ese “algo” era “The Good Feeling” y de regalo su acompañante en el mismo año 2011 “Conversations With Christian”. Dos trabajos antagónicos, el primero con Big-Band, el segundo una colección de dúos entre MCBRIDE y varios artistas y amigos de lo más variopinto que te puedes encontrar. En este tiempo, el músico afroamericano había profundizado en sus estudios técnicos para emprender tan magna obra, dirigiendo una formación amplia donde aparecen compañeros como Steve Wilson, Ron Blake, Nicholas Payton, Frank Greene, Steve Davis o Xavier Davis, e incluyendo como repertorio una colección de composiciones propias (algunas ya previamente grabadas por MCBRIDE como “Science Fiction” que ha arreglado hasta sus últimas consecuencias, siendo uno de los temas con mayor trabajo de lucimiento conjunto de todo el disco), standards (entre los que destaca un magnífico “When I Fall In Love”, con la vocalista MELISSA WALKER haciendo un excelente trabajo de técnica vocal y sentimiento al más puro estilo años cincuenta) y otras composiciones ajenas.
Y el resultado es sobresaliente: se nota que CHRISTIAN MCBRIDE ha estado trabajando duro en “The Good Feeling”, pues sin ser un disco arriesgado (es más, se ciñe mucho al arreglo clásico de Big-Band, en donde la exposición del tema se reparte entre las distintas secciones, con más o menos complejidad y en la parte solista, la orquesta se limita a hacer ciertas ráfagas de fondo), rebosa “feeling”, valga la redundancia con su título, muy acertado. Se nota demasiado que es MCBRIDE el líder del asunto, pues su contrabajo está casi siempre en primer plano, siendo incluso la voz principal en la exposición de los temas (como ocurre en “Shake ‘N Blake”) o el principal acompañante en el resto (como en los temas vocales donde MELISSA aparece: el citado “When I Fall In Love”, un saltarín “The More I See You” o la swingeante “A Taste Of Honey”, una de las más completas y clásicas de todo el programa), teniendo una labor principal también en la parte solista (escuchad “I Should Care” por ejemplo), pero incluso con estas notas comprensibles de autocomplacencia, “The Good Feeling” es un trabajo muy bien construido y lleno de buenos momentos.
El otro fruto de este ataque de inspiración por parte de MCBRIDE, “Conversations With Christian”, se mueve por derroteros muy diferentes, de la pomposidad, a la sencillez y la desnudez instrumental, pero eso ya es otra historia. En lo que se refiere a “The Good Feeling” CHRISTIAN ha facturado uno de sus mejores trabajos, demostrando que ha merecido la pena esperar y que este tiempo de barbecho le ha sentado muy bien. Una gozada al más puro estilo años cincuenta, pero en pleno contexto recesivo: excelente.
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