miércoles, 20 de noviembre de 2019

AGHORA - "Formless": Un disco bonito pero algo conformista.


En su momento no tuve la oportunidad de escuchar el debut de AGHORA, banda en la que estaban dos dioses musicales como Sean Reinert y Sean Malone, ambos militantes en su momento de CYNIC. Me hablaron bien de ellos, pero lo dejé pasar y me quedé con las ganas de comprobar la labor de ambos en un proyecto que se movía a medio camino entre el Jazz y el Metal pero con voz femenina.

Más de siete años después de aquello, llega el segundo disco de AGHORA, con muchos cambios en el seno de la banda. Lo más reseñable: la pérdida de Sean Malone, ya no presente en sus filas, y la presencia sólo testimonial en algunos de los temas de Sean Reinert. Esto convierte a AGHORA en otra banda distinta en cuanto a sus miembros, y ahora ya con conocimiento de causa sobre el pasado del grupo, también algo distinta en el aspecto musical. Aunque el cerebro del proyecto siga siendo Santiago Dobles, el hecho de que haya perdido en el camino a sus compañeros de viaje (aunque Reinert siga colaborando en la banda) ha generado que la banda haya rebajado enormemente la capacidad técnica y que la labor compositiva se centre más en evocar que en demostrar. Esto a priori no es malo y de hecho “Formless” es un gran disco en conjunto, pero más previsible que su predecesor. La referencia a THE GATHERING de la época del “Mandylion” está presente una y otra vez, no ya por el timbre de la nueva vocalista del grupo, Diana Serra, sino porque la música se acerca más a las estructuras repetitivas y de insipiración arábiga de aquél disco, siendo este segundo aspecto uno de los que mejor ha conseguido desarrollar AGHORA: la capacidad de representar ambientes de Oriente Medio con sus melodías e instrumentaciones.

Los momentos de virtuosismo han quedado relegados a un segundo plano y son más detalles que otra cosa, porque el grueso de las composiciones de “Formless” se centra en unos riffs sencillos y poderosos que se repiten una y otra vez en estructuras previsibles. No obstante, AGHORA ha ganado en texturas, en colorismo, lo que ha perdido en impresionismo musical. La guitarra de Dobles tiene momentos de gran lucidez y aunque las composiciones sigan parámetros muy similares, las atmósferas recreadas con ayuda de sus punteos y algunos momentos brillantes del bajo de Alan Goldstein, en combinación con el toque técnico de los temas en los que Reinert lleva la voz cantante con sus cambios de ritmo, hace que la nota media de “Formless” en global sea mayor de lo que en una primera escucha se podría pensar. El disco da más de sí de lo que parece y aunque no creo que pase a la historia, para los amantes del Metal de tintes progresivos y toques jazzistas, con una voz femenina algo gris, pero bastante evocadora, el nuevo trabajo de AGHORA es una buena alternativa. Aunque al final suene todo algo falto de chispa (y no por la buena producción de Neil Kernon en los controles), calidad tiene bastante y no es un mal disco.

 

La introducción arábiga de “Lotus”, que recuerda mucho a ARABESQUE, otra banda que también bebe de los citados THE GATHERING, abre fuego de la mejor manera que se puede para este disco: evocando. “Atmas Heave”, por su parte comienza de una manera prometedora, con un riff veloz y técnico que nos hace recordar el pasado de AGHORA, pero pronto el tema se torna en esa mezcla constante entre contundencia y colorismo por el que viaja el disco. Diana Serra también tiene uno de sus mejores trabajos en este tema, en perfecta combinación con la potente distorsión de Dobles en sus guitarras. “Moksha”, que si no recuerdo mal es la meta final de la filosofía hindú, el momento de autorealización y felicidad mayor que puede alcanzar el alma humana, se centra en unos terrenos menos repetitivos y más evocadores, tanto en melodías como en cambios de estructura, aunque Diana Serra no esté ya al mismo nivel que el resto de sus compañeros, por lo menos en mi impresión particular. De aquí en adelante el disco entra en cierta continuidad de ideas, en donde solo los detalles son los que hacen destacar algunos temas sobre el resto, con lo que es probable que se necesite algunas escuchas más para poder sacar todas las virtudes y no dejarse llevar por el conformismo.


 En la instrumental “Garuda”, Dobles tiene uno de sus momentos más inspirados, tanto en los punteos arábigos del inicio del tema, como en el solo más metálico de la segunda parte de la composición, al igual que Goldstein, que realiza una gran labor en “Dual Alchemy” con su bajo sin trastes cargado de reverencia al maestro Jaco Pastorius, algo realmente anecdótico en este disco, pues ante la pérdida del maestro Malone en sus filas, AGHORA se centra más que nunca en la guitarra relegando a la sección rítmica a un segundo plano (centrándose precisamente en su labor de acompañamiento y no con un papel activo como sucedía cuando Malone y Reinert estaban al completo en el grupo), salvo excepciones como la citada, “1316” o la aflamencada “Fade”. Sorprendentemente el tema que da título al disco, “Formless”, el más largo de todos sobrepasando los doce minutos, es de los más destacables, con un hipnótico Dobles, y una contenida Diana Serra que va ganando protagonismo conforme avanza el tema. Quizás sea porque la estructura permite el lucimiento de todos, pero este corte consigue aunar virtuosismo y capacidad evocadora a partes iguales, siendo de lo mejor del trabajo.

AGHORA ha conseguido en “Formless” un disco muy agradable de escuchar, con pasajes realmente bellos, llenos de tonalidades y texturas de todo tipo, pero creo que Dobles y compañía no han conseguido sacar todo el partido de estas ideas de partida, porque sin ser un mal disco, todo lo contrario, “Formless” peca de conformista en muchas ocasiones. No obstante, creo que su escucha merece la pena, pues tiene buenos momentos, lo que hace que me ponga alerta ante el futuro de la banda.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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