jueves, 28 de noviembre de 2019

MAHER BEAUROY - "Washa!": un debut muy interesante.


Cuando tienes talento pueden pasar dos cosas. Que lo explotes bien y poco a poco, con el boca a boca, se hable de ti o que tengas buenos padrinos y ese boca a boca se multiplique exponencialmente. Este último es el caso del pianista de Martinica MAHER BEAUROY. Habiendo estudiado en La Sorbona y, ¡cómo no! en la Berklee de Boston, las cualidades técnicas están fuera de toda duda. Fue precisamente en esta segunda y prestigiosa escuela de música donde Beauroy conoció a sus acompañantes en este debut, "Washa!" y a su padrino y principal valedor, el saxofonista Jacques Schwarz-Bart. Según este último, Maher posee una peculiar mezcla de talentos que le hacen especial. Esta mezcla viene de la tradición del jazz, de la música clásica y de sus propias raíces afrocaribeñas. Todo eso se sintetiza en este debut discográfico, que sin ser una joya para el futuro, es un inicio muy interesante para una carrera que promete ser fructífera.

Hay dos temas en "Washa!" que pueden descolocar un poco. Esos son su apertura, "Divine Mirage" y "La Sirène", esta última presentada en un doble formato, completo superando los siete minutos y en formato editado (o cercenado) que no pasa de los cinco minutos. El primero de los temas es muy arriesgado rítmica y armónicamente. Es donde más aparece la influencia clasicista de Maher y le coloca como un instrumentista y compositor avanzado que en el futuro, si explota esta faceta, dará que hablar. El segundo es un tema claramente condescendiente y benevolente hacia el público. El pianista lo ha tomado prestado de su compatriota Loulou Boislaville, arreglándolo para la ocasión y muestra otro punto importante a destacar del pianista y es su capacidad melódica. Aquí Maher se dobla con la voz y recrea un corte muy facilón que saca a relucir sus raíces geográficas y que me recuerda a los discos de Avishai Cohen, el bajista otrora presente en el grupo de Chick Corea. 


Dejando estos dos cortes, el resto del debut constata las principales cualidades de Maher Beauroy. Cualidades que son seguidas con brillantez por el violinista Antoine Beux, cuyas capacidades interpretativas y solistas sobresalen con luz propia a lo largo del todo el trabajo, que casi podría considerarse co-liderado entre ambos músicos. Esas cualidades del pianista son, el ya citado sentido de la melodía fácil y aprehensible y un sentido del ritmo muy cálido y envolvente. En este segundo aspecto la rítmica constituida por sus compañeros de promoción en la Berklee es clave. Tanto la bajista Lucy Clifford, siempre inventiva y omnipresente, como sobre todo el batería Jessie Cox, que dialoga muy bien con el pianista y dentro de la sencillez estructural de muchos temas, mantiene la variedad necesaria.


Si dejáramos a un lado las improvisaciones avanzadas de Beux en el violín, "Washa!" podría considerarse un disco "bonito". Me refiero a que Maher Beauroy puede llegar a ser víctima de sus propias cualidades, tocando de una manera muy ligera y etérea. Sin embargo las cualidades armónicas de sus composiciones salen a relucir con el trabajo solista. Se echa en falta algo más de efusividad por su parte, pero Beux lo compensa dando color a un disco muy tropical en los aires que transmite. "Nu creation" es un buen ejemplo de esto que digo, en donde además aparece otro elemento que es la marimba y el vibráfono de Julián Velasco. Un corte envolvente y preciosista, pero con los recovecos solistas suficientes para disfrute del personal. También es el caso de "An Lòt Solèy" un tema tranquilo y relajado cuya melodía se queda en seguida, pero que es seguida de una serie de juegos por parte de Beauroy que le dan un cariz más avanzado e interesante.

Me quedo con lo dicho. Maher Beauroy es joven y tiene talentos en todas sus facetas, tanto como intérprete como compositor. La timidez de los primeros pasos le ha hecho ser poco atrevido en un debut que es notable en cuanto a las formas y los resultados, pero que le falta un poco de fuego detrás. En cualquier caso, por algo se empieza y ya quisieran muchos estar a este nivel en los inicios de una carrera que esperemos sea larga. Por cierto. No hay que perdérselo en directo en el Festival de Jazz de Madrid de este año 2019. 


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