jueves, 21 de noviembre de 2019

VAN MORRISON - "Three Chords And The Truth": en la cresta de la ola creativa


VAN MORRISON lleva nada más y nada menos que medio siglo de carrera... ya va camino de los 75 años, pero en los últimos cuatro años ha editado seis discos. Sí, habéis leído bien niños, seis discos en cuatro años, como se hacía en los sesenta o setenta. Todos los que os creéis creativos deberíais escuchar a este hombre de vez en cuando, porque ninguno de esos seis discos, desde "Keep Me Singing" hasta este "Three Chords And The Truth" tiene desperdicio, no como vosotros que sacáis un disco cada tres o cuatro años y es la misma mierda que el anterior, o peor. Supongo que son malos tiempos para la creatividad y para la calidad musical, y el modelo de consumo actual rápido y sin miramientos hace que artistas como VAN MORRISON no sean rentables. Pero, pese a que el león de Belfast es un antipático de cuidado en directo, no se puede negar que tiene uno de sus mejores momentos como compositor y como intérprete.

El ciclo lo inició en 2016 "Keep Me Singing", que supuso un cambio de compañía discográfica. No sé si este hecho ha propiciado que VAN MORRISON se ponga las pilas, pero desde aquel disco de temas originales en su mayoría, ha editado trabajos dedicados al blues, al rock, al folk, al jazz, al soul... con algún tema propio, muchos ajenos adaptados a su estilo y unos acompañantes de excepción, y ahora vuelve con este "Three Chords And The Truth", donde recupera sus propias composiciones salvo en una magnífica versión del tradicional "Days Gone By", con el que cierra el trabajo de una forma muy espiritual. Y aunque el título pueda parecer un homenaje al country, no tiene nada que ver. Aquí volvemos a tener al VAN MORRISON cálido y envolvente que tiene un lenguaje propio basado en el blues, el rock y el folk y que consigue hacer estribillos pegadizos y mantenerte entusiasmado durante más de una hora.


Aunque esté grabado hasta en cinco fechas diferentes, la banda utilizada por VAN MORRISON es la misma que ha estado usando en directo, dando predominancia a un hammond omnipresente en todos los temas y añadiendo el toque cercano e imaginativo de Jay Berliner en la guitarra acústica, ya presente en los discos sesenteros de VAN MORRISON y que le conoce a las mil maravillas. El resultado es un disco que entra a la primera y que parece un concierto del cantante y músico irlandés. Seguramente haya sido grabado en distintas fechas para compaginarlo con los otros trabajos de Morrison, pero este hecho le da un aire de "afterhour" muy adecuado, especialmente en cortes como "Nobody in Change" o "You don't Understand", donde el saxo fogoso y el aire de blues de club de carretera, recrean una atmósfera excepcional que atrapa sin remedio.


En catorce temas que tiene el programa encontramos de todo, con un predominio por el rock de raíces blueseras, aunque con alma de jazz, que en el fondo es lo que siempre ha hecho VAN MORRISON. Lo mejor es que, al igual que pasa con un compañero de sonoridades, TOM WAITS, el señor Morrison imprime a su voz de una fuerza y de una autenticidad únicas, de manera que tanto por la música, como por el propio contenido de las letras, uno se las cree. La melancolía, el desdén o la crítica se personifican en la voz del maestro, potenciada por sus propios acompañantes que sin tener un protagonismo absoluto, siempre están presentes como caracteres principales. 

A estas alturas además, nadie le puede decir a VAN MORRISON como tiene que sonar un disco. Para muestra uno de los temas más de "crooner" que tiene el trabajo: "Up On Broadway". Parece que estas en una habitación viendo la lluvia caer detrás de los cristales y con la banda detrás... puro sentimiento y atmósfera. Igual que el magnífico cierre de "Days Gone By", tema más extenso y que el cantante readapta para llevarlo a un terreno muy sesentero y cálido. Para mi gusto uno de los mejores temas que ha podido elegir para cerrar un trabajo que no tiene desperdicio en toda su extensión.


Muchos niños que se creen estrellas del rock se caerán del techo en donde han sido pegados con pegamento barato cuando escuchen "Three Chords And The Truth". Un abuelo de 75 años con malas pulgas se les ha reído en la cara con tal fuerza que se les despeinará el tupé o la barba de hipster. Vosotros seguid pensando que tener millones de visitas en canales de vídeo online os hace ser grandes, que VAN MORRISON hará el resto para que se os caiga la cara de vergüenza. Simplemente un artista de los pies a la cabeza en plena efervescencia creativa cincuenta años después...

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