lunes, 25 de noviembre de 2019

THUNDERSTORM - "Nero Enigma": un disco mucho más dinámico.



Se lo toman con calma. Hace ya tres años, tuve la oportunidad de comentar el entonces cuarto disco de los italianos THUNDERSTORM, “As We Die Alone”, y el grupo me llamó mucho la atención: un Heavy Doom muy clásico y heredero de CANDLEMASS, SOLITUDE AETERNUS, TROUBLE... con algún toque a los BLACK SABBATH de Ozzy, sobre todo por la voz, pero vamos, en general lo de siempre, pero también igual de disfrutable, gracias a buenas y completas composiciones, notable sonido e ideas muy maduradas. De idéntica manera, por sorpresa y sin hacer mucho ruido, me llega “Nero Enigma”, quinto disco de THUNDERSTORM, envuelto en un concepto que se me escapa, pero sobre todo rodeado de una mejoría apabullante, no en cambios respecto a su precedente, sino en el entusiasmo de su resultado.

Las bases siguen siendo las mismas e igual de cristalinas. Quizás han añadido un toque a TROUBLE mucho más predominante y la voz de Fabio Bellan es más heredera del tono nasal de Ozzy. Pero el dinamismo es mucho mayor: han llenado los cortes de variantes, de cambios, de momentos de contundencia Doom mezclados con excitación Heavy e instantes de grandilocuencia épica. El resultado es un disco que es un no parar de grandes temas desde su glorioso inicio hasta su oscuro y pesado final, en el que los músicos parecen dar lo mejor de sí y que generan en el oyente una sensación de entrega desde el principio, contagiándonos la energía y la electricidad de las guitarras y el vibrante pulso de la sección rítmica. Si tuviera que buscar un “pero”, sería que concentran los temas más inmediatos, o al menos más cortos, al principio y al final, siendo la parte central del trabajo más densa y menos directa, sin embargo, la labor de ejecución y el sonido de matrícula, muy centrado en el cuerpo guitarrero, hacen que la intensidad no baje.


 El disco tiene así en “Nero Enigma (The Beginning)” y “When April Dies”, momentos muy Heavys y de acordes dentados, los instantes de mayor excitación, haciendo que no dejemos de cabecear y que se nos contagie la electricidad de unas guitarras y un doble bombo que no cesan de envolvernos con energía. Pero el corazón de todo comienza con “Ophrys”, donde la influencia de CANDLEMASS, TROUBLE y SOLITUDE AETERNUS es más evidente. La ralentización y la teatralidad de la voz de Bellan convierten a esta parte central del disco en la más costosa para el oyente, pero también la más rica en matices. No hay más que escuchar “Shallow”, épica, densa, cargada de ritmos mastodónticos, y con un trabajo de acompañamiento del bajo de Roncalli fundamental. Hasta Bellan adquiere nuevas tonalidades, que al principio descolocan, pero añaden nuevas dimensiones a la música, mucho más intensa y épica. Igual ocurre con “The Trial Of Life”, aquí en una tesitura más cargada de volumen y cuerpo rítmico, moviéndose por los intrincados caminos del Doom más clásico y absorbente. En cualquier caso, y aunque el nivel de exigencia es mayor que en los dos primeros cortes, los resultados son más disfrutables a la larga.

Para cerrar, THUNDERSTORM opta por reducir la duración, aunque no tanto la densidad sonora. A mi modo de ver habría sido mejor intercalar los temas más cortos entre el resto, pero en cualquier caso, con “Mechanical Delights”, sin llegar al dinamismo inicial, THUNDERSTORM ofrece un corte de gran fuerza y ritmos adictivos, sobre todo al final. Además, con “Monologue”, el grupo consigue aunar ambas cosas: la épica central, con el toque más accesible del inicio, gracias a la labor de Bellan, muy melódico y más teatral incluso. Excelente final, para un disco que no debería faltar en la discoteca de cualquier buen amante del Doom más añejo y visceral. ¿Desfasados? Pues sí, ¿y?

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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