miércoles, 27 de noviembre de 2019

HACRIDE - "Amoeba": avanzando en su propuesta.



Hace dos años descubrí por casualidad a esta banda francesa. Acababa de editar “Deviant Current Signal”, su primer disco, y cayó en mis manos medio de rebote, descubriendo nuevamente gracias al trabajo en esta web, una banda que apuntaba maneras. Desde que escribo en estas páginas he podido descubrir grupos que de otra manera me habrían pasado desapercibidos, y el caso de HACRIDE fue uno de ellos. Ahora el grupo vuelve para presentar su segundo disco, “Amoeba”, un paso más en su sonido, aunque como a continuación relataré, con menos capacidad de sorpresa y por debajo de lo esperado en calidad.

Sus principales influencias siguen presentes. Esa mezcla entre los riffs y el sonido actual de MESHUGGAH, con la técnica y la tradición de DEATH, sigue patente, pero ahora la banda gala ha pendulado un poco más hacia el primer lado, profundizando en la matemática, la locura controlada y las estructuras repetitivas e hipnóticas de los suecos. Siguiendo la estela de alumnos aventajados en este estilo como GOJIRA o TEXTURES, HACRIDE vuelve con un segundo disco mucho más trabajado en el aspecto compositivo, pero algo más convencional en el resultado final. Sin conseguir llegar al éxtasis de sus compatriotas GOJIRA, el grupo de Poitiers se centra en crear estructuras que, con simplicidad aparente de elementos, se retuercen una y otra vez sobre sí mismas, hasta conseguir un efecto hipnótico en el oyente. El problema es que, conforme va avanzando el disco, se va perdiendo efectismo y al final, la hora de duración que casi alcanza se hace muy larga. 

La evolución del grupo es palpable en este trabajo: el sonido mejora notablemente, aumentando el peso de las guitarras y la batería para dar mayor potencia al conjunto, lo cual ayuda a impresionar en las primeras escuchas. Los riffs se repiten una y otra vez y se combinan con melodías y rápidos fraseos que aportan el toque técnico y de variedad al trabajo. La voz hace uso de un registro cuasi Hardcore, pero se conjuga con otras sonoridades que aportan cierta atmósfera a las composiciones (voces limpias que se difuminan para dar un aire fantasmagórico). Finalmente y para lograr un resultado más experimental, las composiciones se alargan con cambios de ritmo y estructura constantes, uniendo las distintas partes con disonancias y armonías extrañas, lo que tiene un efecto sorprendente al principio pero con las sucesivas escuchas acaba por resultar un poco saturante.


En consecuencia, y sirviendo de resumen de la evolución del sonido de HACRIDE, “Amoeba” es un trabajo superior en el aspecto compositivo que su predecesor, pero se vuelve mucho más disperso de lo que cabría esperar teniendo en cuenta la música directa que practica el grupo. Les ha faltado dar un poco más de cohesión a las ideas para no quedarse a medio camino. Aún así algunos temas son francamente buenos. “Perturbed” y “Vision Of Hate”, por ejemplo, aunque son largos, se hacen bastante amenos (sobre todo el segundo de los citados), por los constantes cambios de estructura y los potentes riffs. Tras la instrumental “Liquid”, se empieza a ver un cierto estancamiento de ideas, pues los temas, aunque siguen siendo notables, se vuelven algo previsibles. 

Sólo “Ultima Necat” y su continuación, “On The Threshold Of Death” (el tema más largo), se desmarcan un poco del resto ofreciendo un nuevo paisaje, más pausado, más emotivo y atmosférico, lo cual ayuda a despejarse de la continuidad en que estaba decayendo el trabajo de HACRIDE en los temas previos. En el primero de los cortes, que sirve de introducción instrumental, las guitarras acústicas serán protagonistas desplegando una variada paleta de texturas y colores, que contrastan con el resto del disco. El segundo de los cortes mantiene la calidez, haciendo hincapié en las atmósferas (recreadas por las voces limpias de Bourreau), que mezclan de manera notable con los elementos contundentes de la música de HACRIDE. Si hubieran experimentado en esta línea a lo largo del resto del disco la nota final habría sido un poco más alta.


 Me he dejado para el final la curiosidad del disco: “Zambra”, un tema que no es ni más ni menos que una versión de OJOS DE BRUJO, la banda española que fusiona el Flamenco con el Hip-Hop y otras sonoridades actuales. Desconociendo la versión original, sólo puedo valorar el tema desde el resultado que ha logrado HACRIDE, y salvo algunos detalles que no me van en exceso, es uno de los mejores cortes del disco. La propia banda española ha colaborado con la percusión, las guitarras y las voces en esta versión, y si no fuera por el rapeado que se marcan puntualmente en algunos segmentos del tema, la nota final del mismo sería de sobresaliente. La combinación de las guitarras acústicas aflamencadas, el cajón y los riffs contundentes y metálicos de HACRIDE suena fresca y curiosa. Dejando a un lado los prejuicios, un gran tema.

Tras la escucha de “Amoeba” creo que al grupo de Poitiers todavía le falta mucho camino para llegar a la altura de sus compatriotas GOJIRA, y aunque viendo el éxito de la banda del País Vasco francés, parece que HACRIDE ha querido profundizar en los elementos que tenía en común con el otro cuarteto galo, el resultado obtenido está un poco por debajo de lo que cabría esperar, si lo comparamos con su buen debut. “Amoeba” no es un mal disco, es más, si te gustan las bandas que he ido citando a lo largo de la reseña seguro que te agradarán, pero creo que podrían haber dado más de sí. Siguen siendo notables, pero les falta el empujón final. Todo se andará.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario