Hielo,
penumbra, terror, escalofrío... oscuridad. Los finlandeses DEPRESSED MODE, con
un nombre que ya dice mucho de sus intenciones, debutan con un disco realmente
asombroso en sus formas y en su contenido, un trabajo que nada entre dos aguas,
entre la melodía y lo funerario, entre la belleza y la más absoluta
pesadumbre... sencillamente “Ghosts Of Devotion” es un disco casi perfecto, al
que es difícil encontrarle errores y que posee un sonido propio y a la vez
enraizado en un Doom melódico y accesible por un lado, tenebroso y funeral por
otro.
Unos
teclados hipnóticos, magnéticos, hechizantes, generan la parte helada, la parte
bella, la parte melódica. Una vocalista femenina, Natalie Koskinen, que está
omnipresente, casi sin darnos cuenta, aportando luz en la penumbra, sirviendo
de guía en las tinieblas, siendo el rayo que rompe las nubes de la tristeza.
Unas guitarras pesadas y una sección rítmica que marchan al ritmo de la muerte,
siguiendo el compás de la condena. Y finalmente, una voz gutural, puesta en
boca de Ossy Salonen que se convierte en un mórbido susurro lleno de terror
contenido y casi imperceptible pero igualmente depresivo. Todo, un conjunto,
una sucesión de atmósferas, un viaje al destino final del ser humano,
convierten a “Ghost Of Devotion” en uno de los discos del año en lo que a Doom
se refiere.
Bebiendo
de sonidos como SWALLOW THE SUN o ABLAZE IN HATRED en su parte más melódica y
DOOM: VS o SHAPE OF DESPAIR en su parte más depresiva, DEPRESSED MODE se
convierte en una alternativa jugosa y casi imprescindible para los amantes de
los productos típicamente Firebox: Doom nórdico de sonido frío y profundo
sentimiento. Todo ello con la maestría de dar como resultado un disco que,
dentro de la dureza de su escucha para los no acostumbrados a este tipo de
géneros, se hace variado y atractivo incluso para los neófitos. Las atmósferas
de los teclados, indispensables en todos los temas, marcan el compás de la
depresión, pero a la vez dan un toque de color fundamental, que junto a la voz
de Natalie ya citada, constituyen la parte más atractiva del grupo. El resto es
más de libro Doom sí, pero consigue llegar al éxtasis en sucesivas escuchas,
convirtiendo a DEPRESSED MODE en un valor de futuro.
Partiendo
de la hipnosis de “Alone”, pasando por la niebla espesa que aparecerá ante
nuestros rostros en “So Long”, donde el doble juego entre Ossy y Natalie llega
a puntos de compenetración absoluta, la pesadumbre absoluta de “Words Of
Silence”, uno de los temas más funerarios junto al tema título, “Ghosts Of
Devotion” donde el grado de pesadez de la música alcanza su cenit, la variedad
y luminosidad que aporta “Suffer In Darkness”, donde la lucha bella – bestia,
que tanto puso de moda en su momento THEATRE OF TRAGEDY alcanza grado teatral,
la cambiante y compleja “The Sun Is Dead”... hasta la particular versión del
“Dunkelheit” de BURZUM. Cojas el tema que cojas, los cincuenta minutos de
duración de “Ghosts Of Devotion” acaban por atrapar aunque no quieras, generando
que la sensación de oscuridad, aunque parezca paradójico, sea
reconfortante.
Aunque pueda pecar de entusiasta, si eres aficionado al Doom más lento y
quejumbroso, pero no le haces ascos a la atmósfera, los toques de variedad y la
melodía, el debut de DEPRESSED MODE es casi un “must have” que dirían los
periodistas ingleses. Si solamente te has acercado a estos géneros de refilón,
aunque no sea representativo, quizás esta sea una buena forma de adentrarse en
los terrenos de la melancolía hecha música.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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