jueves, 30 de enero de 2020

DEW SCENTED - "Invocation": otra piedra más en su muro de thrash death.


Ahí siguen, irreductibles. La segunda ola del Thrash Metal, antes de este resurgir “auténtico” que estamos sufriendo/disfrutando, tuvo su mirada puesta en Europa y muy particularmente en Suecia, recogiendo el testigo de AT THE GATES y dando al Death melódico un toque más agresivo y estático que lo conectaba con SLAYER, al mismo tiempo que recogía todas las enseñanzas de la primera mitad de los noventa. Ejemplos no faltan, pero probablemente dos bandas tuvieran el cetro, sobre todo THE HAUNTED y también CARNAL FORGE y DEFLESHED. No muy lejos de las tierras escandinavas, los alemanes DEW SCENTED surgieron como otra alternativa a tener en cuenta, y al final se han acabado por convertir en los más constantes y de producción discográfica más sólida y continuista, mientras CARNAL FORGE voló y THE HAUNTED se encuentra hace ya bastante tiempo reconvirtiendo su sonido a las tendencias más actuales del Tío Sam. “Invocation” es el octavo disco de DEW SCENTED y no es el mejor, pero defraudar no defrauda, ellos siguen a lo suyo.

Después de algún cambio de formación, pero sin afectar lo fundamental (la reconocible voz de Leif Jensen y los slayerescos riffs), “Invocation” aporta poco que no sepamos. Desde “Issue VI” DEW SCENTED adaptó el sonido a las producciones de la “era EXODUS”, es decir, apabullante rítmica, producción cargada de capas y algo saturante, pero también efectividad desde el primer minuto. Como sus composiciones son harto previsibles y al mismo tiempo “best sellers” del Thrash-Death en potencia, a poco que te dejes llevar, un disco de DEW SCENTED te generará diversión. Partiendo de estas premisas, sólo hay que fijarse en una cosa: si los alemanes consiguen en cada nuevo disco mantener la intensidad o no pasa del tercer tema. En esta línea, “Invocation” es de los primeros aunque con algo de lo segundo: el disco es muy completo, tiene muy buenos cortes y hasta se hace diverso, pero también tiene una parte final un poco más ardua o menos inspirada que deja un sabor algo amargo. Aún así, la valoración final es bastante buena, aunque ya no sorprendan a nadie.


Cabe preguntarse si lo que hace DEW SCENTED puede ubicarse hoy en día en algún lugar. Están en tierra de nadie: cuando THE HAUNTED y su “Made Me Do It” triunfaba, salían otros grupos del estilo como churros. Sin embargo, hoy en día o suenas clásico o directamente haces Metalcore. DEW SCENTED se mantiene en las premisas del Thrash-Death, a pesar de la renovación sonora, y eso les hace jugar con cierta ventaja, pues aunque a veces puedan recordar a los grupos de Metalcore que menos “core” tienen, lo que ahora hacen por denostado, es único. Es una paradoja que el copiar riffs de SLAYER y adaptarlos a la melodía y la agresividad del Death sueco, ahora resulte “único”, cuando en su momento todos estos grupos y en particular THE HAUNTED fueron criticados, pero el mundo de la música está lleno de paradojas. Dejando análisis imaginarios a un lado, lo cierto es que “Invocation” es volver a la segunda mitad de los noventa, pues como decía antes DEW SCENTED sigue a “lo suyo” y eso se traduce en temas cortos, bien estructurados, centrados en el riff y con algún solo melódico interesante, junto con la voz de Jensen, monocorde pero con identidad.

El conjunto es bastante completo: tras la intro de rigor, la tríada inicial de “Arise From Decay”, “The Invocation” y sobre todo “Have No Mercy On Us”, esta última puramente SLAYER (aunque las otras tampoco es que anden muy lejos), concentran la mayor energía del disco, que sin embargo sabe dosificarse en lo que le resta, por lo menos antes de “A Critical Mass”. Riffs y más riffs superpuestos, efectivos y cabeceantes y acelerones combinados con medios tiempos aplastantes y llenos de groove, culminan con “Rebel In Contempt”, de inicio atmosférico y segunda mitad bastante “americana”, pero sin resultar rupturista con el resto. Sólo al final uno nota cierto agotamiento: “Global Hysteria”, pese a su buen inicio, nuevamente a lo SLAYER a medio tiempo, resulta un poco insulso y simplón y la excesivamente larga “Slaves Of Consent” se pierde demasiado en extender una estructura que con la mitad de duración habría dejado mejor sabor de boca. Sin embargo, globalmente “Invocation” es un disco dentro de la media de DEW SCENTED y como ya he dicho, al estar bastante solos en el desierto, eso se traduce en un trabajo energético y recomendable.

Esto es como los concursos de la televisión: si escoges una opción, aunque te ofrezcan mucho dinero para que cambies, si eres firme en tu corazonada inicial, lo mejor es seguir apostando por ello. DEW SCENTED es lo que ha hecho. Mientras unos desaparecían, otros se reconvertían y el resto sobrevivía en el anonimato, ellos han mantenido sus cartas y han seguido apostando a chica. ¿Frutos?, previsibilidad pero madurez en lo que hacen: ya van ocho discos e “Invocation” no pasará a la historia, pero los sigue manteniendo como la banda de referencia en este género, ahora extravagante, que es el Thrash-Death en su sentido clásico.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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