Se
multiplican. Pensaba que INFERNOISE era un caso aparte (y otros tantos por los
madriles que también tienen en Dimebag Darrell su dios particular), pero no, la
sombra de PANTERA y los suyos es alargada y aunque en el caso de los alemanes
GRANTIG no sea tan evidente como en el grupo madrileño, aquí tenemos un nuevo
tributo al sonido sureño, revestido de excitación Thrash pero con las mismas
bases de Anselmo, Darrell y los suyos en su momento. Todo el pescado vendido
desde el primer tema, en definitiva. Pero ojo, que aquí hay algún punto
interesante que merece ser destacado.
En
los momentos más Thrash uno puede pensar en METALLICA o incluso TESTAMENT, pero
todo se diluye a favor de un mimetismo total con el sonido de PANTERA (o
deberíamos decir EXHORDER, aunque no es plan de incidir en la eterna
polémica…). Eso sí, la influencia sureña es más amplia y no se detiene ahí,
pues también hay espacio para el medio tiempo y los riffs a lo DOWN, CORROSION
OF CONFORMITY (en su segunda época se sobre entiende claro), y para el regusto
macarra y directo de BLACK LABEL SOCIETY. Si no fuera por la voz de Jonathan,
en los momentos agresivos un claro heredero de Phil Anselmo, el grupo no
tendría unas influencias tan claras. En cualquier caso, GRANTIG sabe explotar
algunos detalles que saben hacer bien: por un lado parten de la dificultad,
atrevimiento o punto personal (mezcla de las tres más bien), de cantar en
alemán. Por otro lado, y he aquí lo mejor en mi opinión del disco, los
guitarristas de GRANTIG, el propio Jonathan y Jonás, saben ir más allá de los
riffs pesados y repetitivos del estilo, sabiendo demostrar sus destrezas tanto
rítmicas como solistas.
A
lo dicho hay que añadir un envoltorio sonoro francamente bueno, con mucho
cuerpo en las guitarras y un sonido muy americano en los riffs, pero que no
olvida el elemento más Heavy, adecuado para que la parte solista de las
guitarras resalte como se debe. Uniendo todo, tenemos en “Medizin” un disco que
no está llamado a quitarle el sueño a nadie, que no es una piedra angular y que
tampoco viene mucho a cuento dado los tiempos que corren, pero que sabe
entretener y en momentos puntuales aumentar la intensidad para deleite de
nuestras cervicales: como ocurre en “Dein Paradies”, con un ritmo contenido y
rockero que se vuelve pegadizo e insistente, la pesada y potente como pocas,
con un inicio muy sabbathico “24 Jahre”, seguida de cerca
por “Warum Geht Es Mir So Dreckig”, ejemplo de buen trabajo de guitarra y del
juego de voces que Jonathan sabe explotar para dar variedad y sobre todo el
cortísimo “Gutten Appetit”, quizás uno de los que más recuerde a PANTERA, pero
que no deja títere con cabeza. Los temas más íntimos y desnudos de efectos como
“Nur Für Dich” o el apacible cierre de “Auf Wiedersehen”, no me terminan de
convencer, prefiero los medios tiempos, más efectivos y directos, pero aún así
ayudan a completar la variedad. Eso sí, el problema que veo es que muchos temas
tienen una duración un poco corta lo que hace que el disco se diluya y a veces resulte
un poco pasajero en su escucha, evitando que se regrese a él en el futuro más
que de tanto en cuanto.
Rock
sureño, Post Thrash, sonido de los noventa y mucha fuerza rítmica, son
elementos que hacen de “Medizin” un disco tributo de una época, pero excitante
de escuchar si este hecho se lleva a cabo sin pretensiones. Para ser un segundo
trabajo, a pesar de su juventud, no se puede pedir mucho más, aunque tampoco
les conviene dormirse en los laureles y explotar en exceso una fórmula en la
que está todo inventado y no ofrecen mucho más que no se sepa. Interesante sí,
imprescindible no.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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