Venir
de donde vienes tiene que influirte en algo. Si además demuestras cierta
conexión y camaradería con tu entorno, el resultado como dice la frase hecha es
“blanco y en botella”. Así pues, no es de extrañar que desde la primera nota
que escuché de MAEL MÓRDHA, perteneciente a éste, su tercer disco “Manannán”,
no pudiese quitarme de la cabeza a PRIMORDIAL. Ambos son irlandeses, ambos
utilizan la temática pagana y una mezcla entre Doom y Black como vehículo de
expresión, ambos abusan de la teatralidad de las cuerdas vocales de su
frontman, ambos tejen su sonido a golpe de masa sonora de riffs y ritmos
envolventes y encima, para mayor apoyo, ambos han compartido trabajo en 2005,
no cabe duda de que unas cuantas conexiones, geográficas, estilísticas y de desarrollo
hay. En consecuencia, uno no puede escuchar a MAEL MÓRDHA sin pensar que son
unos “hermanos” pequeños de una banda más grande.
No
obstante, este quinteto con Roibéard Ó Bogail al frente, acompañando sus voces
de multiplicidad de complementos instrumentales por su parte (y según parece en
el pasado también un piano que ahora está ausente o es imperceptible) y de una
rítmica mastodóntica y pétrea como pocas, se enriquece también de otras fuentes
que le dan un sonido algo más propio, sin por ello poder olvidar a los citados
PRIMORDIAL. Fundamentalmente, por lo menos en “Manannán”, la música bebe más
del Doom y del Heavy en sentido clásico, unas veces acercándose a MY DYING
BRIDE otras veces a la épica salvaje y metálica de MANILLA ROAD. Uniendo esto a
algún elemento más típicamente pagano, que recuerda a los terceros en
discordia, WAYLANDER, se tiene una impresión aproximada del sonido de MAEL
MÓRDHA, que por otro lado, comparten con PRIMORDIAL hasta su gusto por las
producciones cerradas e impenetrables, cargadas de capas de sonido envolvente y
absorbente, aunque en este caso creo que les hace perder bastantes puntos en el
aprecio de los detalles y en el resultado final de la voz de Bogail, a veces
muy exagerada en sus inflexiones.
El
inicio del trabajo concentra las mayores dosis de intensidad. Sin darnos tiempo
a coger aire y prepararnos, “Through The Lungs Of The Dead” y “The Summoning”
suponen dos cortes densos y agresivos, que se mueven entre ritmos de batalla y
voces expresivas de lucha y dominación. El segundo de los citados moviéndose en
terrenos más Doom, que pueden recordar incluso a CANDLEMASS, pero en ambos
casos constituyendo la parte más directa del trabajo. La parte Heavy-Épica
comienza con “The Doom Of The Races Of Éire”, para mi gusto el mejor corte del
plástico, cuyo inicio puede despistar pensando que el grupo cambia hacia
terrenos más Power, y donde la voz de Bogail se mezcla con sus flautines e
instrumentos medievales, pero sobre todo donde las guitarras adquieren tintes
de victoria y grandilocuencia. La línea, nuevamente desde un punto de vista más
reposado, sigue con “Our Ancestors Dwell Here”, aquí sí con mayor protagonismo
de la instrumentación Folk. Y finalmente, estos momentos de inspiración por
parte de MAEL MÓRDHA siguen con el título del trabajo, “Manannán”, nuevamente
con intensidad creciente y Bogail caminando al borde del abismo de la
afinación.
Hacia
el final la línea cambia bastante. La intensidad deja paso al aire juglaresco a
la par que intimista de “A Nation In Ruins”, buen vehículo de lucimiento para
la voz, pero algo excesiva en su desarrollo, por mucho que la crudeza vaya
ganando enteros por minutos. Además de ser seguramente el tema sea el más
“accesible” en cuando a producción, pero también el más constante. La onda más
Doom vuelve con “The Gaedhelic Twilight”, pero nuevamente la densidad se deja a
un lado en favor de la melodía y la sencillez en las guitarras, haciendo que
decaiga otra vez el interés. Afortunadamente “Back To Éire I Go With A Heavy
Heart”, hace honor a su nombre y se convierte en un tema de Heavy-Doom muy
pesado en guitarras inicialmente, que crece en intensidad y culmina en pura
épica de victoria final, no exenta de cansancio por la batalla y decadencia. En
definitiva, MAEL MÓRDHA ofrece buen Metal Pagano en su sentido más pesado y
absorbente, pero lo cortés no quita lo valiente, y uno tiene la sensación de
estar ante una imitación de segunda fila en todo momento.
Quizás
con un planteamiento instrumental distinto, menos centrado en el cuerpo de las
guitarras como fondo y la voz de Bogail como absoluto protagonista, los
detalles “anexos” de MAEL MÓRDHA hubieran ganado y no la sensación global que
dejan. En cualquier caso y aunque su originalidad sea nula, los corazones
ávidos de batallas y de épocas en las que el ser humano luchaba a medio camino
entre la identidad nacional y el instinto de supervivencia, tendrán en
“Manannán” un himno para la lucha, pleno de dignidad y grandilocuencia.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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