Que en Suecia también hay espacio para tendencias progresivas es un hecho contrastado, que tiene en KAIPA a uno de sus máximos exponentes. Con casi treinta años de historia a sus espaldas, estamos ante una de las bandas con más solera de las tierras escandinavas, algo que sin embargo no ha sido acompañado de un éxito acorde al de otras bandas coetáneas.
Con una propuesta musical entre KING CRIMSON y los PINK FLOYD más sinfónicos, algo que nos vendrá a la cabeza una y otra vez escuchando a su vocalista masculino, Patrick Lundström, y las majestuosas óperas Rock de finales de los 70, que grupos como los propios PINK FLOYD o THE WHO pusieran tan de moda, KAIPA nos traen una obra alegre, variada, llena de matices y elementos que bien podría haber sido cogida como fondo musical de una película, algo que la portada a lo Disney consigue potenciar.
Aunque los desarrollos musicales cargados de improvisaciones y estructuras jazzísticas, que se extienden por encima de los seis minutos, son los predominantes, también hay espacio para temas más directos, pegadizos y tarareables desde la primera escucha, siendo "Electric Leaves" el máximo exponente de lo que hablo. Pero no es la inmediatez lo que este grupo busca.
La combinación de voces entre Patrick y el tono meloso y casi infantil de Aleena, nos brindan pasajes de auténtica relajación musical, dónde las guitarras y los teclados se limitan a crear atmósferas, a veces tristes, a veces más optimistas, pero siempre evocadoras. Un nuevo nombre viene a la cabeza en algunos coros: QUEEN, algo normal teniendo en cuenta la época en que KAIPA nacieron, y el estilo musical que han elegido.
La producción es cristalina y muy setentera, es decir, enfatizando los agudos para hacerla más radiable, a pesar de la poca comercialidad que este estilo trae de antemano. El peso de la melodía recae fundamentalmente en unos teclados magníficos, que hacen uso de una gran cantidad de registros y sonoridades, mientras que la guitarra tiene un papel más secundario, con unos indispensables punteos y acordes que llenan de matices el ambiente musical de KAIPA, pero también con espacio para buenos solos muy blueseros.
La sección rítmica, por su parte, está enriquecida con numerosos elementos de percusión, y con un bajo sin trastes excepcional, como siempre inspirado en el dios Jaco Pastorius, que sabe llevar en volandas al resto de componentes. De esta manera llena la música de KAIPA de una manera activa y creadora, no limitándose a un cómodo segundo plano.
Quizás la obra que en extensión, estructura y variedad, más refleje todos los elementos del combo sueco, sea el corte título, "Mindrevolutions". Temazo dónde el aire jazzy se hace predominante, y que nos traerá a la cabeza aquellos grandes grupos y solistas de primeros de los setenta que llevaron el Jazz un paso más allá, creando una fusión entre la música americana por excelencia y uno de sus hijos, el Rock, que se empezaba a hacer erudito en sus tendencias más sinfónicas. Bandas seminales como la MAHAVISHNU ORCHESTRA, CALDERA (los teclados de KAIPA evocan docenas de veces a unos de los grupos de fusión más tristemente olvidados) o el inventor de toda esta historia, Miles Davis en su época más eléctrica, además de los posteriores e igual de geniales, WEATHER REPORT, todos ellos rondarán nuestras cabezas en los pasajes instrumentales que abundan en este extenso tema que supera los 25 minutos.
Cierto que si no estás muy acostumbrado a las tendencias de las que he hablado, y en general te cansan los largos desarrollos instrumentales, este tema te puede llevar a prejuzgar la obra en su conjunto. Ojalá que no ocurra, porque los casi 80 minutos que dura todo el disco dan para mucho más, aunque también dejarías de apreciar una de sus mejores composiciones. En cualquier caso su variedad es tan grande que no creo que te aburras, y siempre te podrá quedar el disfrutar de los coros y melodías de "Last Free Indian".
La música de KAIPA habla por sí misma. Te puede gustar o no, pero nunca podrás decir que lo que nos ofrecen es fruto de la inspiración divina. Todo está madurado tras largas horas de composición e improvisación musical. La música es como un océano, inmenso, calmado en ocasiones y tempestuoso en otras, pero ¿se pueden poner barreras al mar?. Deja que el océano de KAIPA fluya e inunde tus oídos.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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