viernes, 17 de enero de 2020

NATIVE WINDOW - "Native Window": un quiero y no puedo.


A mí que me lo expliquen. Estás en KANSAS, ves que sus mentes pensantes, Steve Walsh y Kerry Livgren han perdido la inspiración, pero que tú quieres seguir dando rienda suelta a tu creatividad, ¡y formas una nueva banda para ello! Es más, ¡suenas a KANSAS! Y acabemos de liar todo, ¡abres como telonero de KANSAS, reduplicándote como si tuvieras doble personalidad! El mundo de la música nunca dejará de sorprenderme. En cualquier caso, el resultado de todo este jaleo en el que ni yo mismo me encuentro, es NATIVE WINDOW y su debut homónimo. Y, efectivamente, esto es KANSAS en su versión más AOR radiofónica, sólo teniendo como “novedad”, algún matiz más actual en el uso de las armonías, los estribillos y la producción. El resto, si te gustó la etapa más accesible de KANSAS, te gustará NATIVE WINDOW. 

Partiendo de estas premisas, Ragsdale, Ehart, Williams y Greer, es decir, los “mini” KANSAS, facturan en NATIVE WINDOW un disco elegante, muy melódico, agradable de escuchar, emocionante en ciertos momentos, pero globalmente pienso que algo forzado, como si hubieran querido contentar demasiado a los fans de su banda madre y no hubieran dejado fluir realmente sus inquietudes. Esta sensación se ve confirmada si uno se da un paseo por la página web del grupo y observa como todos los componentes de NATIVE WINDOW dejan bien claro que buscan ser una continuación de KANSAS, sólo que debido a la dictadura de Walsh y Livgren, no podían llevarlo a cabo en el seno de su banda y se han tenido que inventar otro grupo nuevo. Pero, el dejar tan claro la conexión que buscan, y el hecho de que uno siente a veces que NATIVE WINDOW podía haber explotado más una cara Hard Rockera actual sin unirse tanto a la mítica banda de la que parten, hace que este debut no pase del notable, e incluso diría que no va a aguantar la prueba del tiempo y se acabará olvidando, una vez que la gente se olvide de la motivación que lo creó.


No es sólo una sensación, es un hecho: “Native Window” es un disco que tiene muchos ingredientes para entrar bien alto entre la media de bandas melódicas de la actualidad, pero que no termina de explotarlos. Especialmente Greer hace un trabajo excepcional con su voz, los temas, además de muchos detalles de instrumentación y el siempre necesario violín de Ragsdale, descansan en la voz y las pegadizas melodías. Lo demuestra en “An Ocean Away”, un corte oscuro de inicio, pero de gran intensidad vocal o “The Way You Haunt Me”, de estribillo muy vacilón, aunque no termina de explotar. También se hace evidente en “Miss Me”, corte muy íntimo, personal y cálido, que alargan demasiado en mi opinión, pero que muestra a un Greer que podría moverse muy bien en tesituras renovadas como las que fueron demostradas por los últimos HAREM SCAREM o los siempre eficaces DARE, melodía sin rechazar las nuevas tendencias, a pesar de que musicalmente el tema es muy ochentero. Finalmente lo demuestra un tema más movido, más pegadizo y con buenas acústicas de fondo como es “Surrender”. Estos cortes son ejemplos de como “Native Window” podía explotar ese aire de AOR modernizado que tan buenos resultados en otros grupos. 

Sin embargo, instrumentalmente, y en general debido a la producción buscada, el disco acaba por ser un poco esclavo de su propia elegancia. Es el caso de la acústica “The Light Of Day”, la bluesy “Blood In The Water” o la demasiado pausada “Still (We Will Go On)”. Cortes que se vuelven algo aburridos por tratar de sonar en exceso a “otra cosa”, y en menor medida “Money”, donde Ragsdale asume demasiado protagonismo en la melodía inicial en mi opinión. En cualquier cosa, apreciado globalmente, NATIVE WINDOW ha facturado un trabajo, cuanto menos, interesante, aunque no apabullante. Incluso teniendo presentes las premisas, pienso que el grupo podría haber dado algo más de sí. Y quizás si no diesen tantas explicaciones y se hubiesen dejado llevar por sus propios instintos estaríamos hablando de un disco mejor, o al menos no tan descompensado entre algo muy bueno (la voz y la melodía) y algo tan correcto y encorsetado (el sonido y la instrumentación). Aunque no cabe duda de que gracias a esas explicaciones y a las pretensiones continuistas respecto a KANSAS, supongo que NATIVE WINDOW tendrán una cuota de oyentes que de otra manera no tendrían.

En resumen. Aunque aún estoy asimilando el origen de NATIVE WINDOW y las intenciones de sus componentes, así como el comportamiento del grupo nada más formarse, asumiendo el rol de “apéndice” de KANSAS, el debut de este grupo es un trabajo que se deja escuchar y que sólo por comprobar las buenas dotes de Greer merece la pena. Quizás, si ven que el invento funciona, en un segundo esfuerzo veamos más personalidad y menos travestismo, mientras tanto esto es lo que hay, y tampoco es malo.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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