La
estela no se ha hecho esperar. Desde que Shagrath, Abbath y Satyr se están
dedicando a hacer del Black una “vuelta a los orígenes”, que en realidad no es
más que una disminución de las revoluciones y un aumento de la sencillez, otras
bandas están surgiendo a su alrededor, pero quizás no había visto un ejemplo
tan claro hasta ahora como IXXI y su tercer disco “Elect Darkness”. Los suecos
cogen la influencia de los últimos IMMORTAL y de lo que Abbath hiciera en I
(una base de Heavy épico y voces rasgadas), le añaden el toque rockero de
Shagrath en CHROME DIVISION y acaban con la infamia de sencillez y aburrimiento
de lo último de SATYRICON.
Así
pues que nadie busque un Black afilado, frío y tortuoso. Ni tampoco nada
excesivamente épico, recargado y elaborado. Aquí no hay nada de eso, IXXI se
primitiviza en “Elect Darkness” y ofrece un predominio absoluto de medios
tiempos, rítmicos, sencillos y aparentemente pegadizos, pero que se van
tornando en constantes y previsibles con las escuchas. Las guitarras rara vez
se dedican a hacer algo más que tocar dos o tres riffs que a veces parecen nu
metaleros, la sección rítmica no consigue salir del metrónomo y las voces se
exageran tanto que acaban por sonar a chiste. Eso que algunos llaman Black And
Roll, y con lo que a Satyr y compañía se le llena la boca al decir que es el
verdadero origen de su música, no es más que una estratagema para atraer
audiencias ajenas e IXXI, desde un punto de partida más modesto, ha tratado de
emularlo. Según digo esto, más de uno dejará de leer. Os aviso, no tan rápido,
que no todo es tan malo como lo pinto.
Digo
que no es tan malo, porque afortunadamente en algunos temas IXXI tiene en I su
principal referencia y eso es bueno, porque la épica a lo BATHORY que tiene ese
proyecto siempre me ha gustado. Especialmente en “Underworld” esto se hace
evidente, un tema raro, lento, con un desarrollo de continuo vaivén, pero que
tiene unas guitarras solistas brillantes. Y esto es algo que se repite en el
cierre del trabajo, “A Bitter Lesson”, un tema decadente, emocional,
atmosférico y tocado con mucha pesadumbre (y no digo esto debido al título del
tema, realmente transmite esas sensaciones), que también mantiene esa épica
desgarrada del primer corte, sólo que con un trasfondo aún más oscuro y
fantasmal, ayudado por la voz de Totalscorn, que puede parecer excesiva en
primeras escuchas, teatral, cambiante y algo esquizofrénica, pero que encaja
con la atmósfera del corte. Para de contar, el resto, salvo algún destello
iluminativo, es fiel a Satyr y a la simplicidad ingenua de los últimos trabajos
de SATYRICON, lo cual me genera aburrimiento, debiendo de atarme firmemente al
palo mayor del barco cual Ulises, para no sufrir la tentación de ir pasando
cortes antes de que acaben.
No
hay más que escuchar “Western Plagues” o “Enthusiasm” dos ejemplos del daño que
está haciendo SATYRICON en sus dos últimos trabajos. Medios tiempos, voces
rasgadas y por momentos ridículas, riffs tocados con desgana y nada realmente
nuevo que aportar. Juegos cuasi industriales como “Southern Tribes” o “Eastern
Minions” tampoco me dicen mucho pues no le veo mucho el sentido a hacer un tema
con una sencillez rítmica tan exasperante pero sin decir nada tres minutos y
medio que dura. Y ya no digamos engendros como “Beyond The Rupture”, que parece
un manifiesto musicado de un borracho a las seis de la mañana. Además IXXI
tiene un problema y es que han querido dar una vuelta de tuerca a su sonido y
se han dotado de una producción limpia, pulcra y totalmente aséptica, que unido
a las estructuras repetitivas y faltas de interés, terminan por completar el
sopor. El Black está sufriendo una crisis de identidad, aunque afortunadamente
aún hay grupos que pueden ofrecer muchas cosas, e incluso escenas prolíficas como
la francesa que siguen dando alegrías.
En su favor se puede decir que, al partir de premisas mucho más
modestas, mantienen aún la agresividad innata del estilo, de lo que alguna vez
fue el estilo. Esto unido a los dos temas citados como ejemplo de épica y
decadencia bien entendida, pueden salvar de la quema “Elect Darkness”. De hecho
recomendaría mucho antes este disco que cualquiera de los últimos de SATYRICON,
pero tampoco se puede decir que IXXI se puedan vanagloriar de esto que acabo de
decir. Para resumir un poco: “Elect Darkness” es un tratado de falta de ideas y
aburrimiento soberano, con algún momento de lucidez que se salva.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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