martes, 28 de enero de 2020

DISGORGE (MEX) - "Gore Blessed To The Worms": una nueva oda a lo grotesco.



Por fin tras bastante tiempo en silencio vuelven a escena los mejicanos DISGORGE. Autores de obras de portadas tan horrendas como “Forensick”, una de las bandas más conocidas del Death / Grind más gore de Méjico, regresa con una nueva obra, que como a continuación relataré es continuista de “Necrholocaust”, tras un tiempo de incertidumbre en la banda por las idas y venidas de alguno de sus miembros. 

Recuperando los fotomontajes en la portada, esta vez a cargo del cantante de WORMED, Phlegeton, y mucho más moderada que los dos primeros discos de DISGORGE, los mejicanos vuelven, ya sin Antimo en sus filas, con un disco que confirma el camino tomado en su anterior disco y lo conecta con la locura y el caotismo de sus primeros discos. Con una producción limpia, pero a la vez cruda, el Death / Grind de la banda sigue intacto, si bien tirando más de su parte Grind que en “Necrholocaust” donde se apoyaron en unas estructuras más pegadizas (lo que les sirvió a muchos para decir que se habían vendido). 

Temas como “I Watch Myself Rot” o la bestial “Next Mortuary Division”, llenan el aire de cambios de ritmo, cajas de batería tocadas a todo trapo, estructuras caóticas y los riffs típicamente Grind del grupo, esta vez multiplicados en potencia por la adhesión de un segundo guitarra. Es curioso ver como una de las señas de identidad del grupo sigue intacta: la voz, esa fabulosa combinación de una voz ultra gutural con otra que parece sacada de un gorrino en plena matanza, se mantiene haciendo aún más enfermos los temas, que ya es decir. 

Se aprecia, de todas formas, una intención por meter elementos nuevos en las guitarras en forma de riffs más variados como en el tema título del disco, “Gore Blessed To The Worms”, todo ellos integrado en una estructura aún más caótica de lo que ya son las composiciones de DISGORGE. Esta evolución de las guitarras se ve también en uno de mis temas favoritos del disco, “Cadaveres”, siendo este hecho lo más llamativo de este trabajo, que para mi gusto es lo mejor de la banda.


Los que no conozcan a los mejicanos, avisar de que no son precisamente la mejor manera de acompañar unas sobremesa. Hay que estar bastante acostumbrado a estas sonoridades para disfrutar al máximo de una pieza tan brutal como esta. No es fácil, pero siendo DISGORGE una de mis bandas favoritas y de las primeras extremas que escuché en mi vida, no puedo dejar de recomendar sus discos. Una vez que sobrepasada la muralla sónica te darás cuenta de los buenos que son cortes como la rockera (a su manera) “Pest. Blood. Metal”, nuevamente con una forma de componer sorprendente. 

Una auténtica sinfonía enfermiza como en su momento dijeron los dioses CARCASS, ya que además los temas no tienen apenas separación entre sí, golpeando sin descanso nuestra cabeza con sangre, vísceras y delicadezas afines. Todo con un regusto old-school indispensable como los ultraveloces ritmos Thrash de “Beneath The Lugubre...” demuestran, o nuevamente, en las variadas guitarras llenas de riffs superpuestos que rozan la perfección en “Necromarch”, con una estructura que te dejará exhausto. 

Una advertencia antes de acabar. Que nadie confunda a DISGORGE mejicano cono los americanos de igual nombre, pues las propuestas musicales de ambos son bastante diferentes aunque sean exponentes los dos de sonoridades extremas. Una vez aclarado este punto para los no iniciados, no me queda más que recomendar este disco. DISGORGE consigue perfeccionar su estilo y alcanzar una madurez ya entrevista en anteriores trabajos. Una obra de arte, enfermiza sí, pero arte al fin y al cabo.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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